Un 11 de julio de hace 125 años se constituyó legalmente FIAT y, curiosamente, uno de los nueve fundadores, Giovanni Agnelli, “capo” de la dinastía automotriz italiana, no estaba en la nómina original; él entró en el último momento por problemas con otros posibles socios.
Giovanni era el abuelo del mítico Gianni Agnelli, tatarabuelo de John Elkann, actual presidente de Ferrari y del Grupo Stellantis. La inversión original de los nueve socios fue de 800.000 liras, unos 4,1 millones de euros en plata actual, y se destinaron 30.000 liras (que hoy serían unos 153.000 euros) a la incorporación de la Società Accomandita G. Ceirano e Comp, automotriz que se fundó un año antes de que fuera comprada.
FIAT = Hágase
Cuadro "I fondatori della FIAT", realizado por Lorenzo Delleani
Si bien el nombre original de la compañía era Società Anonima Fabbrica Italiana di Automobili – Torino, rápidamente se optó por eliminar lo de sociedad anónima y dejar el acrónimo FIAT (por eso se escribe en mayúsculas), que lo sugirió su flamante director técnico, Aristide Faccioli.
Así como Audi es el imperativo del verbo escuchar en Latín (escucha), FIAT también tiene un significado en la lengua de la antigua Roma: “Estar hecho”.
El mismo 1899, FIAT presentó su primer modelo, el 3 ½ HP, que fue conocido como 4HP, un auto pequeño de dos o tres plazas, accionado por un motor de dos cilindros horizontales de 697 cc y 4,2 caballos, del que aún subsisten cuatro de las 26 unidades ensambladas.
Luego de ese puntapié inicial, transcurrieron 125 años con grandes altas y bajas, en los que el grupo compró marcas locales, como Lancia, Alfa Romeo, Abarth, acciones de Ferrari, tuvo una alianza con GM, terminó asociándose al Grupo Chrysler (para formar FCA), hasta que se unió a PSA formar a Stellantis, el megagrupo que reúne marcas como FIAT, Jeep, Ram, Peugeot y Citroën, por nombrar algunas.
FIAT en el Siglo XX
FIAT comenzó a diversificarse en rubros del transporte dedicado a camiones, tranvías y motores marinos, e incluso un taxi, que exportó a ciudades como París y Nueva York. Para 1911, FIAT buscaba el reconocimiento mundial con el S76, un monstruo de cuatro cilindros 28,5L para establecer récords de velocidad.
El 1916 se inició la construcción de la mítica fábrica de Lingotto, en Turín, que se terminó en 1923, siguiendo los preceptos de la producción en serie de Ford y que contaba con una pista de pruebas en el techo.
Si bien la marca ya tenía varios modelos en su portafolio, el primero que vamos a destacar es el 500 Topolino, nacido en 1936 y en producción durante 20 años con la interrupción de la Segunda Guerra.
Pasada la gran conflagración mundial, FIAT comenzó su reconstrucción junto con el continente, así, entre 1955 y 1957 aparecieron dos clásicos que pusieron a las masas sobre ruedas, el 600, primer modelo de la marca que se produjo en la región (Chile), y el 500, el auto que ayudó a motorizar a Italia.
Si bien tuvo modelos de mayor tamaño, FIAT siempre brilló en el mundo de los autos pequeño, muchos de ellos producidos y vendidos en nuestra región, como los 1500, 1600, 125 o el 128. Pero la marca italiana también tuvo modelos especiales, como el 124, el 1500 Coupé Vignale o el 1600 Sport. Acá vale destacar el Fiat 147, que se produjo localmente entre 1979 y 1984.
FIAT Siglo XXI: FCA y Stellantis
Luego de un romance fallido con GM, el grupo italiano consolidó el matrimonio con otro consorcio norteamericano, lo que dio nacimiento a FIAT Chrysler Automóviles o FCA. En 2019 el grupo italo-americano se unió al francés PSA (Peugeot, Citroën, DS y Opel, entre otras) dando inicio a Stellantis.
Obviamente que en 125 años hay miles de modelos que quedaron sin nombrar, muchos específicos o de nicho, otros curiosos, exitosos en ventas o carismáticos, como los 8V, Multipla, X1/9, Barchetta, y Coupé de los 90s, Uno, Palio, Tempra, Marea, los nuevos 500 y más.
Felices 125 años, FIAT.