Hace ocho años, Bugatti presentó el Chiron en reemplazo del mítico Veyron, un auto que prometía llegar aún más lejos que su antecesor. Eso no sería fácil de lograr, pese a que mejoraba ciertos detalles que el Veyron no alcanzó a pulir.
Hoy, la marca francesa nos presenta el último de los 500 Chiron que se construyeron durante esos ocho años: el Bugatti L’Ultime.
Desde un inicio, Bugatti dejó en claro que sólo producirían 500 unidades de este auto, a las que se sumaron unidades únicas y aún más especiales, como La Voiture Noire, el Hommage Type 50S y el Centodieci, entre otros.
Para la despedida, se usó un Chiron Super Sport que combina tonalidades endémicas de la marca; es decir, el Racing Blue como el del Type 35 y el Atlantic Blue de otros modelos icónicos y clásicos. Incluso los rines llevan esas mismas tonalidades.
En los costados, el auto recibe algunos nombres escritos a mano de lugares importantes, en los que se dieron decisiones, pruebas o desarrollos para lograr dar vida a este auto. Por ejemplo, se cita al circuito de Paul Ricard, que es donde se realizó su desarrollo, o Ginebra, por el Auto Show donde se presentó en 2016, y Molsheim, la sede de Bugatti, entre muchos otros.
Un último detalle se centra en sus espejos, donde se colocó la bandera francesa. También, en la zona baja frente a las ruedas traseras se grabó a mano un #500 para recordarnos el tiraje que tuvo el auto.
Por dentro encontraremos tapicería en cuero de color azul, insertos de fibra de carbono en tonalidad azulada y emblemas especiales, entre otras cosas.
Bajo el capó todo quedó igual. Es decir, se mantiene su motor W16 de cuatro turbos con 8,0 litros capaz de entregar absurdos 1.578 hp de potencia.
Su historia fue todo un éxito y ahora solo queda esperar cerca de un mes hasta que veamos a la siguiente generación del híperauto de la marca. Supuestamente, mantendrá un motor de 16 cilindros, pero en un arreglo de “V”. Será atmosférico, pero se apoyará de un sistema híbrido desarrollado por Rimac.
