El punto de partida de este artículo es 1987, cuando el magnate italiano Romano Artioli adquirió los derechos de Bugatti, la marca de sus amores y que por ese entonces estaba inactiva desde 1962.
La idea tras ese loco emprendimiento era simple, aunque muy difícil de realizar: construir un modelo a la altura de esta mítica compañía. Para lograr tal cometido, el italiano contrató a Marcello Gandiani (diseñador) y Paolo Stanzani (ingeniero), ambos provenientes de Lamborghini, así como a Nicola Materazzi, padre de modelos de la talla de los Ferrari F40 y 288 GTO y del Lancia Stratos.
Del trabajo conjunto de este equipo de ensueño nació el fabuloso Bugatti EB110, que se presentó el 15 de septiembre de 1991, justo para el 110 aniversario del natalicio de Ettore Arco Isidoro Bugatti (1881); tal como se esperaba, resultó ser un automóvil maravilloso, exquisito, muy lujoso y refinado, una joya que no se ha valorado como debiera.
El EB110 fue el primer automóvil construido sobre un monocasco de fibra de carbono, a la vez que utilizaba un motor central V12 de 3,5 litros con cuatro turbos, capaz de desarrollar 553 hp, que para entonces era una brutalidad. Tal potencia era transmitida a las cuatro ruedas mediante una caja manual de seis velocidades. Considerando que el peso era de 1.620 kilos, los 3,5 segundos que demoraba en hacer el 0 a 100 km/h y los 342 km/h de velocidad máxima eran cifras de ensueño.
En 1992 se presentó el EB110 SS (Super Sport), una versión más deportiva y ligera que aumentó su potencia hasta los 603 caballos y redujo su peso hasta los 1.418 kilogramos. Con estas mejoras, aceleraba hasta los 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzaba los 351 km/h. Prestaciones que incluso hoy todavía sorprenden. En ese entonces superaba con creces a autos contemporáneos como Ferrari F40, Porsche 959, Lamborghini Diablo e inclusive al Jaguar XJ220.
La aparición en 1994 del soberbio McLaren F1 relegó rápidamente al EB110 a un segundo plano, a lo que se sumó una situación económica global un tanto delicada, derivando en una nueva crisis que finalmente provocó el cierre de Bugatti en 1995. Pero la historia no terminó ahí, pues en 1998 el Grupo Volkswagen adquirió Bugatti, reiniciando de nuevo su historia, sólo que, en vez de empezar desde cero, se inspiró en la tecnología del EB110 para crear el Veyron.
PAPÁ, DE GRANDE QUIERO SER COMO TÚ
Todo ese antecedente para contarles que en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach 2019 hace su debut internacional el nuevo Bugatti Centodieci (110, en italiano), un deportivo que, a pesar de estar construido sobre la base mecánica del Chiron, posee una estética que rinde homenaje al mítico EB110; sin embargo, al igual que su antepasado de los noventa, también conmemora el aniversario 110 de la fundación de la marca (1909).
Nacido de la imaginación del diseñador Achim Anscheidt, este superdeportivo retoma algunos elementos del EB110 original, como la pequeña parrilla en forma de herradura en el frontal o los cinco ductos redondos de aire laterales. Eso sí, los grupos ópticos LED tienen personalidad propia, pues mientras adelante son muy delgados, atrás son enormes. Destacan los escapes cuádruples, así como el enorme alerón fijo posterior al estilo del EB110 SS original, el cual, por cierto, consigue una carga aerodinámica de 90 kilos.
Comparado con el Chiron, el nuevo Centodieci es 100 caballos más potente, lo que significa que el motor W16 entrega 1.600 caballos, al mismo tiempo que los ingenieros se las han arreglado para hacerlo 20 kilos más liviano. Con esta receta es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en 2,4 segundos, hasta los 200 km/h en 6,1 s y kasta los 300 km/h en 13,1 segundos. En todo caso, su velocidad máxima es de 380 km/h, quedando lejos de "los más" de 420 km/h de su donante.
La mala noticia es que en la fábrica de Molsheim solamente se fabricarán 10 unidades del nuevo Bugatti Centodieci y cada una será vendida a un precio de 8 millones de euros más impuestos, cifra que, al traducirla a nuestra devaluada moneda, serían poco más de 30 mil millones de pesos…
Aquí la pregunta es si el Centodieci rinde un homenaje a la altura del mítico EB110.