Hace dos años, Alpine mostró en el Salón de París el primer prototipo del Alpenglow, modelo concebido como un manifiesto de diseño y tecnología, que señalaría el camino a seguir para la marca francesa. En ese entonces, el Alpenglow era tan solo una maqueta, con las pretensiones de montar un innovador propulsor alimentado por hidrógeno, pero no con celdas de hidrógeno y motores eléctricos (como se presenta en la mayoría de los casos), sino en forma directa, con un motor a combustión que use hidrógeno como combustible.
Dos años después, Alpine ya tiene el primer prototipo funcional del Alpenglow, que se denomina Hy4 y será una especie de "laboratorio" para la marca, con el fin de probar este innovador tren de potencia.
De momento, Alpine montará tras el monocasco de fibra de carbono del Alpenglow, un motor turboalimentado de cuatro cilindros y dos litros, que desarrolla 340 hp de potencia. Ahora, este propulsor no será la unidad definitiva para el Alpenglow, puesto que la marca quiere colocar un V6 en ese lugar antes de que acabe el año.
Al Alpenglow lo veremos correr este fin de semana, antes de que comiencen las 6 horas de Spa-Francochamps (FIA WEC). También hará exhibiciones en la previa de Le Mans, el 14 y 15 de junio.
Si todo le resulta bien a Alpine, será una demostración de que el hidrógeno podría ser una potencial alternativa ecológica a los autos eléctricos, conservando los motores a combustión, pero sin emisiones nocivas. Así como tenemos autos a gasolina y Diésel, quizás en un futuro tengamos distintas alternativas de propulsión y, para muchos, el hidrógeno se podría convertir en la segunda alternativa a la electromovilidad.
De todos modos Alpine no está solo en este juego; Toyota también realiza algunos experimentos con motores a hidrógeno, más allá del Mirai y sus celdas de combustible.
