En 2021 Ford llegó por todo lo alto al mundo de los eléctricos (EV) con la Mustang Mach-E, pues si bien, tuvo algunos modelos a baterías años atrás (particularmente utilitarios) el legado del nombre Mustang y haberlo convertido en una camioneta para esta nueva era, hicieron que el mundo volteara a la firma del óvalo azul.
Un año más tarde lucieron la F-150 Lightning, su segundo EV, montado sobre una de las carrocerías favoritas del mercado estadounidense.
Infortunadamente, ninguno de los dos modelos tuvo el éxito que Ford esperaba para cumplir con su plan de fabricar 2.000.000 de vehículos 100% eléctricos para el 2026, así que, para salvar el barco, el CEO de la compañía, Jim Farley, aseguró que su nuevo plan se enfocará hacia autos más pequeños y asequibles.
Los modelos eléctricos de la marca tuvieron pérdidas billonarias el año pasado y se calcula que para este 2024 el volumen de la pérdida crecerá a 5.500 millones de dólares.
Es por ello que la marca trabajó en silencio desde hace dos años en una plataforma eléctrica más pequeña, con un equipo liderado por Alan Clarke, quien llegó a Ford tras 12 años de laborar en el desarrollo de modelos para Tesla.
“Todos nuestros equipos de vehículos eléctricos se centran especialmente en el costo y la eficiencia de nuestros productos eléctricos, porque la competencia como Tesla y los chinos se hacen cada vez más asequibles”, afirmó Farley.
En 2022, Ford firmó un convenio con Volkswagen para utilizar su plataforma modular MEB y sobre ella planea producir más de 1,2 millones de vehículos 100% a baterías, pero, a inicios del año pasado confirmó que sólo montará dos modelos en ella.
Todo ello, porque estaban preparando esta nueva plataforma, que deberá tener sus primeros modelos de producción en serie fabricándose a finales de este año o inicios del próximo.
Por lo pronto, Ford ya recortó la producción de la F-150 Lightning, para impulsar la de los modelos Bronco, Ranger y F-150 normal, que le dejan más ganancias.