Para nadie es una novedad saber que el parque automotor colombiano (compuesto por 6.827.834 vehículos y 11.052.441 motocicletas, con corte al 2022) tiene una edad promedio alta: 17,7 años para los vehículos y 11,1 años para las motocicletas; en todo caso, lo que sí sorprende es que el dato de los automotores se mantiene al alza, por lo menos durante los últimos ocho años.
Según información suministrada y procesada por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), entre 2015 y 2022, la edad promedio del parque automotor aumentó en dos años, al pasar de 15,7 a 17,7, respectivamente. Lo preocupante es que, de acuerdo al bajísimo nivel de matrículas nuevas que se reportaran al cierre de este año, es casi un hecho que esa cifra crezca aún más. De hecho, los especialistas de Andemos señalan que, para tener una edad promedio cercana a los 10 años, Colombia debería matricular unos 680.000 vehículos al año.
Para tener una idea de lo vetusto que es nuestro parque vehicular, es preciso saber que la edad promedio del parque automotor en Estados Unidos fue de 12,2 años, en el 2021, mientras en los países de la Unión Europa dicho dato fue de 10,7 años.
Otro dato muy preocupante en cuanto a la obsolescencia vehicular en Colombia es que del total de automotores que circulan por nuestras vías, el 64,1 % (unos 4,37 millones de autos) tienen más de 10 años de antigüedad. Acá vale señalar que en los últimos siete años, el volumen de los vehículos más viejos (+10 años) en Colombia creció casi 13 puntos porcentuales.
Tener tantos vehículos vetustos supone consecuencias en términos de menor eficiencia de los motores, más emisiones contaminantes por el uso de sistemas de control de emisiones menos avanzados y mayor consumo de combustible.
En cualquier caso, las secuelas por el uso de un parque vehicular viejo terminan convirtiéndose en un problema social en el país, pues los costos en salud asociados a la contaminación del aire ascienden a $15,4 billones, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP); esta cifra equivale al 1,93% del Producto Interno Bruto (PIB) y se relaciona con 10.527 muertes y 67,8 millones de síntomas y enfermedades.
Una crisis que se puede convertir en oportunidad
Los especialistas de Andemos consideran que, para superar este desafío, en Colombia se deberían implementar políticas públicas que incentiven la renovación de la flota vehicular y reactiven la economía. Entre las propuestas que se barajan para tal fin están:
- Implementar bonos para la renovación de vehículos de más de 10 años o que generen altos consumos y emisiones, por vehículos más eficientes desde el punto de vista energético. A su vez, se podría combinar con una política nacional consolidada para adoptar con rigor técnico programas de restricción a la circulación (pico y placa), basada en niveles de emisiones.
- En igual sentido, se debería priorizar la transición hacia vehículos eléctricos o híbridos, como parte de la estrategia de transición energética del Gobierno Nacional.
- Fomentar la adopción de taxis eléctricos mediante la implementación del programa del ascenso tecnológico (indicado en el Plan Nacional de Desarrollo), así mismo, promover la expansión de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos puede reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire.
- Fomentar la adopción de vehículos híbridos mediante la ampliación de los contingentes establecidos en la resolución 1116 de 2017 y desplegar la infraestructura de dispensadores de biocombustibles en las estaciones de servicio para abastecer mezclas voluntarias (E85) a vehículos flex-fuel con tarifas diferenciales en beneficio de la mayor mezcla.
- "El Gobierno Nacional tiene una oportunidad valiosa para abordar el envejecimiento de la flota vehicular y avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente, mediante la implementación de políticas públicas inteligentes y sostenibles que, a su vez, impulsen la reactivación del sector automotor", puntualiza Oliverio García Basurto, presidente de Andemos.