Porsche y BMW se vieron obligados a suspender las labores en algunas de sus plantas de Alemania, debido a la falta de componentes que provienen de Ucrania. En el caso específico de BMW, la planta de Dingolfing, en Baviera, anunció retrasos en el ensamble ante la falta de sistemas de cableado fabricados en el país que actualmente mantiene un conflicto bélico con Rusia. La misma situación enfrentan otras marcas y fábricas localizadas en Europa.
Por otro lado, como rechazo al conflicto, BMW anunció que suspenderá su producción en la fábrica que posee en Kaliningrado, Rusia, además de las exportaciones de vehículos a aquel país. Es una medida radical si consideramos que se detendrá la actividad en un complejo donde en 2021 se fabricaron 12.000 unidades, y en un país en el que vendió 49.000 vehículos.
Con respecto a Porsche, hay que mencionar que suspendió la producción de su planta de Leipzig, Alemania, al menos hasta finales de esta semana, por problemas en la entrega de autopartes desde Ucrania. Luego de esta parálisis, la fábrica (en la que se producen modelos como el Macan y el Panamera), volverá a abrir, pero trabajará a media marcha, medida que posiblemente se aplicará en otros sectores de producción de la marca.
Afortunadamente para la firma alemana, su planta de Stuttgart-Zuffenhausen, que ensambla el Taycan y el 911, no sufrirá cambios, al menos a corto plazo.
