En Partido de Ramallo, provincia de Buenos Aires (Argentina), sucede algo importante. Allí, la empresa ArreBeef Energía inauguró la primera planta del mundo en generar energía eléctrica a partir de los residuos orgánicos provenientes de una industria frigorífica de ganado vacuno.
El proyecto se concibió como una nueva división del Frigorífico ArreBeef, integrándose a su proceso productivo con el objetivo de generar energías renovables a partir de un tratamiento más eficiente de sus residuos. Gracias a una inversión de USD 6,5 millones, la empresa espera abastecer a la red eléctrica de ese país con 7.200 MW anuales.
Para producir electricidad, la empresa construyó un biodigestor que transforma los residuos orgánicos del frigorífico en el biogás que se requiere para hacer funcionar un motor de cogeneración. Dicho propulsor convierte el metano presente en el biogás en energía eléctrica (entregando 1,5 MW de potencia), lo que equivale al consumo energético de una población de 7.000 habitantes.
De la vaca se usa casi todo y ahora la boñiga se convertirá en energía.
La generación de electricidad es un punto importante para apalancar el crecimiento de la movilidad eléctrica. Estas alternativas de producción energética no solo reducen el impacto ambiental de los residuos generados por la industria, sino que además permiten un mayor aporte de electricidad a una red a la que no le suele sobrar energía.
¿Esto qué tiene que ver con los autos? Sencillo. ¿De qué sirve tener autos eléctricos si su proceso de carga no es ecológico? En este caso, el biogás o el hidrógeno verde, así como la energía solar, son algunos de los tantos caminos que se pueden tomar para transformar la matriz energética de un país y así lograr tener verdaderos beneficios ecológicos.