Justo antes de que la pandemia nos obligara a encerrarnos como cucarachas en nuestras madrigueras, Toyota presentó en Colombia su modelo Yaris Sport CVT, que llegó para acompañar a Corolla en la intención de la marca por ganar cada vez más terreno en otros segmentos diferentes al SUV, donde ha cosechado grandes réditos en nuestro mercado.
Posteriormente, en junio, Automotores Toyota Colombia (ATC), representante del fabricante nipón, introdujo en el país el Toyota Yaris Sport versión manual, orientado hacia los usuarios que valoran el carácter deportivo, el buen equipo a bordo y la original propuesta del hatchback japonés, pero que prefieren sacarles mejor provecho a los atributos mecánicos de este modelo.
La historia continuó en agosto, cuando se presentó un último integrante de la familia Yaris; en este caso, el denominado XS, que se comercializa en versiones manual o automática. En esencia, se trata de una oferta similar a la de sus hermanos Sport, solo que ajustada a la nueva realidad de la industria, por lo que sacrifica un par de amenidades a bordo a cambio de tener un precio más favorable, convirtiéndose así (la versión manual, que fue la que probamos en esta ocasión) en el modelo nuevo más asequible de Toyota en Colombia.
Toyota Yaris XS: diseño y dimensiones
Te contamos que en su momento hicimos la prueba de manejo a la versión Yaris Sport y entonces destacamos el original diseño del Yaris, que dinamiza ese subsegmento de los hatchback medianos, en donde compite con modelos como Kia Rio, Volkswagen Polo y Mazda 2.
Con un largo de 4.145 mm, un ancho de 1.730 mm, una altura de 1.490 mm y una distancia entre ejes de 2.550, el Yaris resulta 75 milímetros más largo y 35 más ancho que el Mazda 2, lo que habla bien de su buen espacio interior.
La original estética del Yaris se caracteriza por la amplia parrilla frontal, escoltada por falsas entradas de aire laterales y decorada con una enorme rejilla con un patrón de malla; para describirlo en pocas palabras: el frontal parece emular una sonrisa y quizá sea ello lo que le aporta ese friendly shape, que le sienta tan bien.
Otro elemento diferenciador es el concepto de techo flotante, en donde el ancho paral posterior y todo el contorno de la zona de cristal se decoran en negro, favoreciendo el aire deportivo.
La vista lateral proyecta un conjunto estilizado, con cortos voladizos y una línea de cintura sutilmente ascendente en la parte posterior, que remata en unidades ópticas muy fluidas y que se extienden hacia los costados. En la zaga, la estructura luce ciertamente voluminosa y con ello evidencia que el área de carga es otro punto a su favor: hay disponibles 485 litros en la zona del baúl de la versión manual (son 460 en el modelo con transmisión CVT).
Toyota Yaris XS: interior y equipamiento
A diferencia de su hermano Sport, en donde los tapizados de las sillas en cuero y los ribetes rojos le aportan al tono racing; en el caso de la versión XS, las butacas se forran en tela y hacen más sobrio el ambiente del habitáculo. Como no hay opción de sun roof y la cobertura del techo también se hace con tono oscuro, la cabina resulta calurosa y obliga al uso constante del aire acondicionado automático.
Lo decíamos en la prueba de la versión Sport: las cubiertas y los paneles interiores del Yaris recurren a plásticos muy rígidos y de buen ensamble; para añadirle algo de refinamiento se recurre a apliques en negro brillante y algunos con acabado metalizado.
Las sillas delanteras tienen reglaje manual para deslizar y reclinar, pero la del conductor se puede ajustar además en altura; por su parte, las butacas posteriores se pueden abatir en proporción 60/40 y tienen la opción de habilitar un reposabrazos en caso de no viajar el pasajero de la plaza central.
En cuanto a equipamiento, el Yaris de entrada ofrece recursos como encendido y apertura inteligente, sensor de luces, espejos exteriores eléctricos y retráctiles, exploradoras, elevavidrios de un solo toque y centro de infoentretenimiento con cuatro parlantes, dos tweeters, sistema de audio Harman y pantalla táctil de 7” con conectividad Apple Car Play y Android Auto, entre otros.
La versión XS también cuenta con un tablero de instrumentos con tacómetro, velocímetro y medidor de combustible, pero la pantalla multi-información TFT del Yaris Sport se reemplaza por un display DOT, en donde se visualizan los datos del computador de viaje.
Toyota Yaris XS: seguridad y mecánica
Lo primero a recordar es que el Toyota Yaris XS obtuvo una puntuación de cuatro estrellas en Latin NCAP, gracias a contar con recursos como carrocería con deformación programada tipo GOA, cinturones de tres puntos en las cinco plazas, dos airbags, cinco apoyacabezas, anclajes Isofix, frenos delanteros de disco, ABS, control de estabilidad, asistencia de frenado de emergencia y distribución electrónica de frenado.
En cuanto al componente mecánico, la oferta del Yaris XS en sus dos propuestas (con transmisión manual de seis velocidades y automática de tipo CVT) no varía con respecto a la versión Sport. Se anima con el mismo competente motor de cuatro cilindros, DOHC, de 16 válvulas, 1.496 cc y con tecnología VVT-i Dual, que genera 106 caballos de potencia y 14,2 kg-m de torque.
Toyota Yaris XS: desempeño
Un primer detalle que se advierte en el puesto de conducción es que como el vidrio posterior es relativamente pequeño, la visibilidad trasera se afecta además por los apoyacabezas de la segunda fila y por ello resultan vitales los espejos laterales. Además, si bien la columna de dirección es regulable en altura, sería bueno añadir ajuste en profundidad.
Ya sobre la marcha, el buen binomio motor/transmisión se deja sentir en propiedad; de hecho, por encima de los 3.000 giros el propulsor se expresa significativamente en términos de decibeles. La gestión de la marcha se favorece por una barra de cambios muy bien ubicada y de transiciones rápidas. Un detalle relevante es que la generosa trocha de este hatchback le brinda muy buena estabilidad al acometer curvas.
Tengamos en cuenta que por su alta relación de compresión (11,6:1) es recomendable alimentar el motor del Yaris con gasolina extra, lo que garantiza una eficiente gestión de su esquema VVT-i y redunda en una gestión que resulta favorable y, a la larga, optimiza mejor el combustible.
Como el XS resulta un poco más liviano que la versión Sport CVT, su relación peso/potencia (10 kg por caballo) lo favorece un poco más. En este modelo las cortas relaciones de la transmisión mecánica dejan que la marcha progrese con alegría hasta las 6.000 rpm y la poca caída entre cambios hace que la conducción resulte más dinámica.
En cualquier caso, si se quiere aprovechar la mecánica del Yaris XS sin comprometer el consumo, el rango ideal de manejo son las 2.800 – 3.000 revoluciones. En conclusión, se tiene un modelo que derrocha una estampa atlética, con mucha compostura en la vía, que resulta asequible frente a sus hermanos y que cuenta con toda la calidad Toyota.