¡Qué, qué! Que se acabó el Fiesta y es que sin hacer mucho ruido este auto se despide de nuestro mercado, incluso, si lo quieres comprobar con tus propios ojos, al acceder a la página web de Ford de México, te darás cuenta ya no se encuentra disponible en el catálogo de productos.
Esta partida, ya estaba más que anunciada y es que su lugar en la planta de Cuautitlán, Estado de México, ahora será ocupado por el Mustang Mach-E, la SUV eléctrica que viene a robustecer la familia del famoso pony car.
El modelo manufacturado en la factoría mexicana pertenecía a la séptima generación. En Europa, comenzó a maquilarse desde 2008 únicamente como un hatchback, pero en nuestro país comenzó a hacer lo propio en 2010.
No sobra aclarar que el Fiesta mexiquense estaba diseñado para cumplir con las necesidades del mercado norteamericano (sumándose una carrocería sedán) por lo que se exporta a Estados Unidos y Canadá.
Al momento de su lanzamiento se destacaba por ser un modelo muy bien equipado y seguro (algo que se veía reflejado en su costo), características que eran ajenas en aquel entonces al segmento de los autos subcompactos. Tampoco hay que olvidar que el motor L4 de 1.6 L con 120 Hp era uno de los más potentes de la época.
Pero no todo era perfecto en el Fiesta y es que las unidades equipadas con la caja automática de seis velocidades Powershift sufrían constantes averías en este apartado. Algo que fue un lastre para las ventas de este automóvil, esto a pesar que con el paso del tiempo Ford corrigió estas faltas.
En 2014, se estrenó una ligera actualización, que se mantiene prácticamente inalterada hasta finalizar su producción. En ese mismo año, se introduce el Fiesta ST, impulsado por un motor 1.6 L Ecoboost con 200 Hp, el cual al acoplarse a una caja manual de seis relaciones y una puesta a punto de carácter racing, lo hacían un automóvil extremadamente divertido de conducir.
Lamentablemente, aunque en Europa existe una nueva generación, es más que probable que este haya sido el último Fiesta que veremos en la región, al menos durante un largo tiempo. Una lástima, porque al final del día, su partida también significa el despedirse de uno de los autos más icónicos a nivel mundial.
¿Tuviste un Fiesta? Cuéntanos cómo fue tu experiencia.