Ante la caída de venta de vehículos ocasionada por el coronavirus covid-19, la industria automotriz en Estados Unidos no solo ha suspendido la producción, sino que también está comenzado a despedir empleados.
Esta grave situación está ocasionando que los distribuidores de automóviles en tierras estadounidenses comiencen a despedir a sus empleados, sobre todo en aquellos estados donde se ha decretado que los ciudadanos no salgan a la calle para evitar propagar la pandemia.
De acuerdo con los registros de 2019, los concesionarios de vehículos de Estados Unidos emplearon a poco más de un millón de personas; sin embargo, esta cifra podría descender drásticamente por la ausencia de consumidores en las salas de ventas.
De acuerdo con los expertos, el número de empleados despedidos a consecuencia de la pandemia generada por el covid-19 podría ser de más de 350.000 trabajadores. Esto significa que una de cada de tres personas asalariadas por un distribuidor se quedarían sin trabajo.
A partir del 27 de marzo, 33 estados en Estados Unidos emitieron órdenes ejecutivas que limitaban la actividad comercial no esencial, lo que hizo que los concesionarios cerraran sus puertas.
En algunos estados, las asociaciones de distribuidores realizaron acciones para que fueran declarados como negocios esenciales, pero, aun así, los recortes son inminentes.
