‘La pinta es lo de menos’ en un BMW, pues la marca ha sido reconocida tradicionalmente por su diseño, curvas bien definidas y atributos que saltan a la vista, pero la verdadera esencia está en su interior y desempeño.
Para descubrirlo hay que subirse en ella, encender el motor, pisar a fondo el acelerador y atreverse a probarla en todo tipo de terreno; Autocosmos aceptó el reto de hacer un test drive en 24 horas, un tiempo relativamente corto para detallar cada uno de sus atributos, pero suficiente para ratificar su buen comportamiento y los detalles técnicos que marcan la diferencia con otras propuestas del mercado, incluso de la misma marca.
Se podría decir que la segunda generación de este vehículo es símbolo de poder, dinamismo y frescura, sin perder los atributos de elegancia y confort que lo caracterizan. Se trata de un vehículo versátil, con un óptimo desempeño en cualquier ‘campo de juego’.
Por la curva descendente de su parte trasera, la definimos en Autocosmos como un crossover o fastback, pero independiente de la denominación que se le quiera dar a este modelo, lo realmente importante está en la potencia que desarrolla y en la estabilidad que ofrece a sus ocupantes, al contar con un centro de gravedad bajo, que combinado con elementos como la suspensión M adaptativa y la firmeza de su dirección deportiva, permiten al conductor tener control absoluto del vehículo en cualquier tipo de situación.
Llama la atención la rejilla doble, ubicada en el centro de la parte frontal que se combina con las lámparas de iluminación Led, además de sus atractivas e imponentes formas como las entradas de aire en la parte inferior del frontal y las luces exploradoras que le dan un carácter imponente y deportivo a este modelo.
Los laterales son bastante llamativos, tanto por el diseño tipo fastback, como por las rejillas ubicadas en la parte posterior de los guardabarros delanteros y por los rines de 20 pulgadas incluidos en la versión xDrive 30i de la X4 que tuvimos en prueba. Este juego de ruedas no pasa desapercibido en lo absoluto, ya que ayudan a exaltar el carácter todo terreno y además acentúan el aspecto deportivo.
La parte trasera es uno de los rasgos más característicos de este modelo, se destaca su forma y elementos perfectamente combinados, entre los que se encuentran los stops de iluminación Led, la ventana trasera delgada y un spoiler ubicado en el techo que proyectan el carácter deportivo del auto.
Elegante y funcional en su interior
El timón forrado en cuero es el primer elemento que llama la atención por la inclusión de mandos para controlar funciones de info entretenimiento, el control de crucero adaptativo y por las paletas que permiten manipular la caja de cambios.
La consola central también se destaca por contar con un diseño ergonómico ya que tiene una inclinación que la orienta hacia el campo visual del conductor. En esta consola se encuentran elementos como los mandos del aire acondicionado y en la parte superior una pantalla táctil donde se visualizan múltiples funciones del vehículo.
El sistema de info entretenimiento cuenta con opciones múltiples de manipulación ya que se puede manejar desde el timón, la pantalla táctil, el controlador iDrive (un gran botón ubicado cerca de la palanca de cambios), por gestos y por comandos de voz.
Tres autos en uno
La BMW X4 es impulsada por un motor Twin Power Turbo 2 litros de cuatro cilindros, capaz de generar 252 caballos de potencia y un torque de 350 Nm que le permiten alcanzar el 0 a 100 km/h en 6,3 segundos.
La potencia del motor es dosificada mediante una caja automática de ocho velocidades, que pueden ser puestos en modos de manejo Sport (con opciones standard, sport plus e individual), Confort y Eco (con opciones standard e individual).
La X4 alcanza el 0 a 100 km/h en 6,3 segundos
En cada modo se notan marcadas diferencias en el control de la potencia del motor y en su reacción, así como en el comportamiento de la dirección. Es bastante satisfactoria la respuesta de este vehículo en cada uno de sus modos.
Tanto en carretera como en ciudad tiene un comportamiento óptimo, gracias a las ayudas y sistemas con que cuenta, ya que facilitan el control total del vehículo en cualquier tipo de terreno.
Recorrimos 250 kilómetros gastando menos de la mitad de los 17,2 galones de capacidad del tanque, lo cual quiere decir que tiene una autonomía que supera los 500 kilómetros, teniendo en cuenta que el modo eco fue el menos utilizado durante la prueba que realizamos.