Los airbags están destinados a proteger a los ocupantes absorbiendo gran cantidad de la energía de un choque, sin embargo, hasta ahora trabajaron en el interior del vehículo, pero al parecer la próxima ola se desplegará por fuera del auto.
La verdad es que esta solución ya existe, pero en uso distinto, el de proteger a un peatón desplegándose desde el capó, mientras que en este caso el objetivo es cuidar a los ocupantes del rodado. La idea es que se desplieguen en los costados con una capacidad de absorber hasta el 30% de la fuerza del impacto, lo que mejoraría considerablemente la seguridad ante un choque lateral.
Si bien la idea ya ha sido mostrada en el pasado CES, no será tan fácil llevarla a la realidad. Primero los airbags exteriores necesitan casi el doble de volumen que los de cortina y segundo como van sometidos a los “roces” de la carrocería o los bajos del vehículo, deben tener carcasas protectoras muy resistentes.
Si bien las dos dificultades anteriores pueden ser salvadas, existe una tercera complicación, anticiparse al golpe. Los airbags de la cabina se despliegan cuando se produce el impacto; sin embargo, los exteriores deberían anticiparse y eso requiere un nuevo tipo de sensores y una calibración específica para que no “detonen” ante una falsa alarma.
Si te parece que todo esto es ciencia ficción o fanfarronería de ingenieros, ZF TRW ya tiene prototipos funcionales y asegura que podrían llegar a los modelos de producción hacia 2020.