Martin Winterkorn es sin duda uno de los ejecutivos más respetados de la industria automotriz global, nadie pone en duda los logros que Grupo Volkswagen ha conseguido bajo su mando. Dentro de los que podemos destacar el haber conseguido el primer puesto como fabricante de automóviles, por lo menos en la primera mitad del año. Aunque falta ver cómo afecta este escándalo a ese objetivo en el corto y mediano plazo.
También podemos mencionar la consolidación de Audi como un jugador principal en el segmento premium, entre muchos otros.
Sin embargo, ni siquiera Winterkorn con todo su prestigio pudo librar el escándalo que se suscitó luego de que la EPA (Environmental Protection Agency) de los Estados Unidos diera a conocer que había detectado un software en los motores a diésel de Volkswagen que permitía engañar a los sistemas de medición de emisiones contaminantes, la agencia confirmó que en condiciones normales de uso los autos emiten entre 5 y 35 veces más contaminantes de los permitidos.
La EPA había calculado un aproximado de 500 mil unidades que fueron comercializadas en nuestro vecino país del norte con dicho software, mismo al que se le ha bautizado como “Defeat Device”. Sin embargo, luego de la presión ejercida por la opinión pública, Volkswagen aceptó que son 11 millones de unidades las que lo incorporan.
En un primer mensaje Winterkorn salió a ofrecer disculpas tanto a los clientes como a los empleados del grupo y a asegurar a la opinión pública que se destinarían todos los recursos necesarios para llegar al fondo de este problema y reparar el daño. El monto designado para este fin es de unos 6,500 millones de euros.
Este escándalo impactó fuertemente el valor de las acciones de Volkswagen Group, que se desplomaron un 23% al día siguiente de que se diera a conocer la información, lo anterior significa un aproximado de 15,600 millones de euros.
Ante tan complejo escenario, Martin Winterkorn ha presentado su renuncia como CEO de Grupo Volkswagen y esta es su declaración: “Estoy impactado con los sucesos de los días pasados. Por encima de todo, aturdido porque una conducta inapropiada de tal magnitud fuera posible al interior de Volkswagen Group.
Como CEO acepto la responsabilidad por las irregularidades que se han encontrado en los motores a diésel y por lo tanto he solicitado al Consejo de Supervisión que de por terminada mi función en el cargo. Hago esto en el mejor de los intereses de Grupo Volkswagen, aunque hasta donde entiendo no he incurrido en ningún comportamiento inapropiado.
Volkswagen necesita empezar de cero, también en términos de personal. Estoy dejando el camino libre para este inicio con mi renuncia.
Siempre me he actuado de acuerdo a mi deseo de servir a esta compañía, especialmente a nuestros clientes y empleados. Volkswagen siempre ha sido y será mi vida.
El proceso de esclarecimiento de estos hechos debe continuar, es la única manera de recuperar la confianza. Estoy seguro de que Grupo Volkswagen y todos sus miembros superarán esta grave crisis.”
Este es un asunto que se seguirá desarrollando en las próximas semanas, falta que se defina el monto de las multas que Grupo Volkswagen tendrá que pagar en EE.UU. debido al Defeat Device. Y cómo afectará el valor residual de los vehículos con dicho sistema, así como su relación con la marca luego de que se efectúen las reparaciones pertinentes.
Adicionalmente, esta situación pone en riesgo el futuro de los motores a diésel en EE.UU. que habían batallado mucho para dejar atrás esa imagen de grandes contaminantes que se hicieron años atrás.
Por si fuera poco, es altamente probable que este escándalo genere afectaciones al resto de la industria ya que por lo menos un par de gobiernos han manifestado que será necesario efectuar pruebas más profundas a los motores a diésel de otros fabricantes.