Muchas empresas en algún momento con el fuerte deseo de ser las número uno del mundo son capaces de hacer cosas no muy éticas, y tal parece que es el caso de Volkswagen, que en su carrera por desbancar a Toyota como el fabricante número 1 del mundo, se vio orillada a cometer actos indebidos, y el caso es que los hizo en el país de las demandas, en donde la información adecuada en manos políticamente inadecuadas puede causar mucho daño.
Hagamos un poco de historia en este complejo caso, en donde el fabricante alemán es acusado de “falsear” los datos correctos sobre las emisiones de los vehículos propulsados con diésel –muchos de los cuales se fabrican en México- y que se venden en territorio estadounidense.
Según declaraciones de Cynthia Giles, una alta funcionaria de la EPA (Environmental Protection Agency) aseguró: “Estos vehículos contienen un software que permiten unas emisiones de NOx cuando se conducen normalmente y otras (por debajo de las que exige la normativa) cuando el carro se somete a una verificación de emisiones de óxido nitroso (NOx).
El sistema conocido como “Defeat Device” haría que los vehículos que lo incorporan emitan hasta 40 veces más de las emisiones de NOx permitidas bajo la norma de aire limpio para garantizar la protección de salud pública cuando se usan normalmente, agregó la funcionaria.
Según cálculos de la EPA más de 482 mil vehículos vendidos en territorio estadounidense entre 2009 y 2014 portan el “Defeat Device” es decir el programa que ayuda a mentir a los vehículos sobre sus emisiones reales. Los vehículos afectados son VW Jetta, VW Bettle, VW Golf modelos 2009 a 2014, el VW Passat modelos 2014 y 2015 fabricado en la planta de Chattanooga, en Tennessee y también el Audi A3, todos los modelos afectados portan motores de cuatro cilindros propulsados con diésel.
Al conocer las alarmantes cifras la EPA emitió un comunicado el 8 de julio, dirigido a VW en donde le exponía claramente que debía modificar el “Defeat Device”, y que de no hacerlo no le permitirían vender los modelos Diésel en territorio estadounidense, las autoridades de VW guardaron completo silencio.
De concretarse el caso ante la corte, el fabricante alemán tendría que pagar una multa de $37,500 dólares por vehículo vendido (en algunos casos es casi el doble del costo del mismo) y si hacemos una simple operación matemática VW tendría que pagar una multa total superior a los $18,000 millones de dólares (Unos 16,000 millones de euros)
¿Cuál es la postura de Volkswagen en este problema?
El consejero delegado del grupo VAG, el mayor ejecutivo de la empresa Martin Winterkorn emitió una escueta declaración ante el asedio de la prensa en donde dijo: “Lamento haber decepcionado a nuestros clientes y a la opinión pública”
Las declaraciones de Winterkorn nos remiten inmediatamente a la salida de Ferdinad Piëch que fue el Presidente del Consejo de Vigilancia de VW hasta el pasado mes de abril.
Desde hacía algún tiempo las relaciones entre Winterkorn y Piëch no eran del todo cordiales, y constantemente había desacuerdos que terminaron supuestamente con la dimisión de Piëch.
¿Estaría Ferdinad Piëch enterado del engaño de la marca hacia la EPA en el mercado de EE.UU.?
¿Habrá sido el mismo Ferdinad Piëch el que informó a la EPA del asunto para desprestigiar a su "rival" Martin Winterkorn?
De llegar el asunto a la corte, seguramente le costará el puesto al Martin Winterkorn, y como lo expuso el experto automotriz de la Universidad de Duisburg-Essen, Ferdinand Dudenhöffer quien declaró “Todo este proceso es peligroso, y su dimensión no se puede predecir (en la afectación de imagen y económica) para la marca".
“Lo único cierto es que será muy costoso y gracias a este asunto rodará más de una cabeza de las altas esferas de la empresa”