Ram refuerza su posicionamiento en Colombia con Ram a Fuego, una propuesta que trasciende el trabajo pesado y pone en primer plano la experiencia outdoor. Concebido como un punto de encuentro entre clientes, seguidores de la marca y amantes de la vida al aire libre, este programa apuesta por el contacto directo con el territorio y por el disfrute de las capacidades reales de las pick-up del carnero.
La iniciativa, implementada recientemente en el país, se desarrolla en zonas rurales cercanas a las principales ciudades donde la marca tiene presencia. Allí, los participantes ponen a prueba el desempeño de la familia Ram en escenarios exigentes, mientras comparten actividades que resaltan la potencia, la agilidad y la eficiencia de estos vehículos, en un ambiente que equilibra trabajo y placer.
Más que una jornada de conducción, Ram a Fuego se propone como un espacio para crecer en comunidad. El programa busca fortalecer habilidades de manejo off-road, optimizar el uso de las pick-ups en condiciones reales y estrechar la relación entre usuarios a través de experiencias compartidas, donde la gastronomía y la versatilidad de los modelos tienen un papel protagónico.
Según Sebastián Saavedra, gerente comercial de Ram Colombia, esta iniciativa responde a la necesidad de mantener un vínculo cercano y auténtico con los usuarios. Para el directivo, la marca se vive lejos de las vitrinas y cobra sentido en el terreno, donde el carácter y la potencia se expresan sin filtros. En ese contexto, Ram a Fuego se consolida como un escenario clave para construir una relación emocional y duradera con la comunidad.
Gastronomía Ram

Uno de los ejes diferenciales del programa es la llamada “Gastronomía Ram”, impulsada por el embajador de la marca, Camilo Sáenz. Para él, la cocina al aire libre es una extensión natural de la filosofía outdoor que promueve Ram en Colombia. Cocinar sobre el platón de una pick-up cambia la percepción tradicional del vehículo y lo convierte en una estación funcional capaz de acompañar cualquier aventura.
Sáenz destaca que estas experiencias comienzan con la planeación: elegir el tipo de parrilla adecuado, llevar utensilios básicos y garantizar la correcta conservación de los alimentos, especialmente las carnes, mediante el uso de neveras portátiles que aseguren la cadena de frío. Todo, sin requerir equipamiento especializado.
El enfoque también incluye un compromiso ambiental claro. La cocina en la naturaleza, según el embajador, exige responsabilidad: gestionar adecuadamente los residuos, separar residuos orgánicos y plásticos, y dejar los espacios en mejores condiciones de las que se encontraron. En esa propuesta, el entorno es un ingrediente más que siempre acompaña a las experiencias sobre el platón de una Ram.