
La transición a la electromovilidad se desacelera en los mercados globales, por lo que los ambiciosos planes de los fabricantes de autos han tenido que postergarse.
Tal es el caso de Volkswagen, que el año pasado planeaba vender exclusivamente autos eléctricos a partir de 2033 (al menos en Europa), pero su estrategia acaba de reajustarse, ya que, de los 180.000 millones de euros destinados para la nueva generación de autos eléctricos, destinará un tercio al desarrollo de motores de combustión.
Arno Antlitz, director financiero y director de operaciones del Grupo Volkswagen, reveló que la compañía planea invertir 60.000 millones de euros para mantener la competitividad de sus vehículos con motores de combustión.
Este cambio de estrategia plantea un dilema diferente, puesto que las regulaciones sobre emisiones son cada vez más exigentes, así que los motores a combustión deben ser más limpios. Si tenemos en cuenta que China continúa perfeccionando su ofensiva eléctrica, habrá que ver cuáles son las medidas que tomará el resto de la industria para lograr ser competitivas.