
Las posibilidades de ser impactados por un rayo son muy bajas, pero siempre queda un pequeñísimo margen. Lo mismo sucede cuando se conduce en carretera y en Estados Unidos, una familia que viajaba a bordo de su Ford Edge vivió esta muy remota y terrorífica situación.
Hace tan solo unos días, a través de la cuenta de Facebook de la estación de policía de Williamson County, Tennessee, se conoció la historia de una familia que viajaba en una carretera cuando fueron impactados por un rayo. Los ocupantes del vehículo describen el suceso como haber escuchado el disparo de un arma de fuego dentro de la camioneta, seguido de una cantidad enorme de humo en la cabina.
Tras ser impactados y sin saber qué había pasado, lograron orillarse y llamar a la policía. Al llegar, las autoridades notaron que el auto tenía varios daños en la carrocería, pero, a pesar de ello, la familia no sufrió ningún tipo de lesión. Eso sí, la camioneta quedó inservible, pues la energía del rayo destrozó por completo el sistema eléctrico, haciendo imposible volver a encenderla. Tuvieron suerte, porque hemos conocido casos peores.
El rayo impactó directamente sobre la antena en el techo de la camioneta. También destrozó uno de las luces traseras y arrancó parcialmente el parachoques posterior. Según los expertos, un auto es un lugar seguro para estar en caso de una tormenta eléctrica, pues la energía se disipará a través del auto y hacia el suelo dejándonos intactos siempre y cuando no estemos en contacto con algún elemento metálico, que a su vez tenga una conexión directa con el exterior del vehículo.
Nos anticipamos a la pregunta: no, los autos eléctricos no son más propensos a recibir impactos de rayos, por si te lo preguntabas.