El fabricante chino BYD sorprendió al mundo el mes pasado al anunciar tiempos de cargas muy cortos para su nueva generación de autos eléctricos, los que podrán soportar hasta mil kilovatios de potencia y tardarían apenas cinco minutos para quedar con una autonomía de 400 kilómetros. Lo anterior, le resultó algo exagerado a Andrew Cornelia, Director Ejecutivo de Mercedes-Benz High Power Charging, en una entrevista concedida a un medio especializado en electromovilidad.
El ejecutivo reconoció que es un avance asombroso, pero expresó dudas al señalar que no siempre el más rápido es el mejor. Actualmente, un auto eléctrico, al menos en la región, que use un cargador de 50 kW, el tiempo promedio estimado en pruebas realizadas, es entre 45 minutos a una hora para lograr una carga del 80% de las baterías.
Si bien es clave para los fabricantes desarrollar modelos con carga más rápida, la industria estaría cerca de alcanzar el punto de equilibrio. Surge una pregunta: ¿es necesario cargar baterías en apenas cinco minutos? Puede que en alguna eventualidad resulte conveniente, pero hay que tener en cuenta que llenar un tanque de gasolina demora en promedio de ocho y diez minutos. Mercedes-Benz, por ejemplo, aspira lograr ese tiempo para la recarga de baterías de sus modelos EQ.
Los tiempos de recarga deberían enfocarse en función de los tiempos de paradas. Así, por ejemplo, si se acude a un centro comercial, la recarga debería ser de unas dos horas, tiempo muy distinto a si el usuario hace una parada para comer un refrigerio, que no debería tomar más allá de unos 15 minutos.
