
Las palabras "clásico" y "coleccionable" varían mucho según la cultura de cada país. Por supuesto que hay íconos históricos del mundo automotor que han trascendido fronteras y que ya son parte de la cultura popular; así mismo, hay otros que son reconocidos por lo escasos, por ser revolucionarios en su diseño o porque han ganado carreras muy importantes. En todo caso, también hay autos clásicos entrañables, populares, más mundanos y mucho más asequibles.
Europa podrá tener sus Ferraris y sus Mercedes-Benz. Japón tendrá sus Miatas y sus Skylines; sin embargo, aquí, en Latinoamérica, los clásicos son los que mencionamos en la última categoría, modelos como el Fiat 147, el Volkswagen Escarabajo, la Chevrolet Luv, el Renault 4 o el Renault 12, quizás algún Datsun, entre otros. Son autos que nunca aparecerán en Pebble Beach o en Goodwood, pero que sus dueños atesoran con amor, porque son el recuerdo de tiempos más simples y porque también representan el progreso industrial de cada país.
Nos guste o no, Brasil ha sido la cuna de muchos autos de producción regional, los cuales han llegado a varios mercados donde aún se les recuerda con cariño y tienen una importante relevancia histórica.
Chevrolet de Brasil, al cumplir 100 años de historia, acaba de lanzar un programa de restauración llamado Chevrolet Vintage, dedicado a esos clásicos brasileros de la marca del corbatín, como el Chevette, el Monza o el Opala.
"Chevrolet Vintage funcionara en dos nichos estratégicos de autos clásicos: la restauración y el restomod," indica Emerson Fischler, director de ingeniería de GM Suramérica. "Mientras que la primera categoría busca preservar la originalidad del auto y sus accesorios lo más que sea posible, el restomod tiene otro objetivo, que es añadir algunas mejoras tecnológicas para que el auto vintage sea más cómodo, seguro y confiable para su uso diario," agregó.
Según se sabe, ya hay algunos proyectos en restauración, como la camioneta utilitaria 3100 Brasil y un Monza Classic EFI. También está en producción un restomod de la pick-up C10 con un V8 sacado de un Camaro. Todas estas modificaciones estarán certificadas por el departamento de ingeniería de Chevrolet en Brasil.
No se conocen más detalles del programa; sin embargo, podemos constatar que en todos los viajes que hemos hecho a Brasil, siempre vemos por las vías algún clásico tremendamente bien conservado, lo que nos hace pensar que en Brasil hay mucho cariño para estos autos. Ojalá otras marcas sigan este ejemplo en la región, como Ford, Renault, Fiat o Volkswagen.