Confusión y extrañeza fueron las sensaciones que tuvieron los accionistas e inversionistas de Tesla durante la conferencia en la que la marca de Elon Musk presentó los resultados del 2024. Lo preocupante es que, pese a que cerca del 80% de los ingresos del fabricante provienen del negocio de los autos eléctricos, su máximo directivo centró su exposición en la inteligencia artificial (IA).
Esto se desprende del análisis que hicieron las oficinas de inversión, como Morgan Stanley, quienes resaltan que buena parte de la exposición del directivo se destinó a temas de autonomía, inteligencia artificial y robótica. Se sabe que desde hace una década Tesla promete la llegada de la conducción completamente autónoma, donde encajarían los esfuerzos de la firma en IA con los de automatización de sus vehículos.
Las ventas de Tesla cayeron en 2024 por primera vez desde 2011, donde la entrega a clientes llegó a 1.789.226 unidades el año pasado, un 1,1% por debajo de las ventas de 2023 (1,81 millones). A ello se suma el hecho de que aún no está claro cuándo llegaría el nuevo Model 2, que se posicionaría como el peldaño de entrada a la marca.
Los accionistas no dejan de preocuparse acerca de cómo se vislumbra el futuro de la firma en términos de resultados e ingresos futuros, entre otros; a los inversionistas no les gusta divagar sobre lo que está por venir en materia de inteligencia artificial, debido a que el manejo totalmente autónomo aún no está disponible.
