La baja demanda de vehículos eléctricos es un fenómeno global (si bien no parece que nos afecte en Colombia, por ahora); sin embargo, para cada una de las marcas, lo retos se presentan de distinta forma. Es el caso de Mercedes-Benz, que justamente enfrenta una caída en la demanda de dos modelos que, hasta ahora, juegan un papel clave en sus planes globales: el Clase S y el sedán eléctrico EQS.
Hablando del Mercedes Clase S, la marca entregó 28.100 unidades durante el primer semestre del año; números que contrastan con la caída del -22% que supone. La marca considera como una causa el hecho de que el modelo renovado está próximo a su llegada, mientras que el EQS podría estar ligado a la baja demanda global de vehículos eléctricos.
El tema cobra tal relevancia para la marca, que ya se planea reducir el ritmo de producción para ambos modelos producidos en la planta Mercedes 56, que se ubica en Sindelfingen. Una de las estrategias sería habilitar únicamente un solo turno a partir de octubre, aunque no se sabe si la marca tenga preparada algún tipo de compensación para los trabajadores que dejarían de laborar.