Antes de que Aston Martin se electrifique por completo, los británicos estarían considerando desarrollar un 4x4 de alto desempeño para enfrentarse a los reyes de off-road de lujo, nos referimos a modelos como Mercedes-Benz Clase G y, por su puesto, el Land Rover Defender.
De acuerdo con los colegas de Autocar, Aston Martin evalúa propuestas de diseño para un “4x4 superresistente y de alta potencia”, que mezclaría las facultades de un vehículo off-road, el rendimiento de un deportivo y detalles premium.
Conocido internamente como “Proyecto Rambo”, toma su nombre del apodo que tuvo el Lamborghini LM002, un todoterreno comercializado entre 1986 y 1993, y del que muy pocos se acuerdan (digámoslo, la marca italiana está muy poco (por no decir "nada") cercana al mundo del escarpado). Si bien, la decisión aún no está del todo tomada, hay dos factores que podrían lograr su desarrollo.
El primero es el éxito de ventas que representa el DBX, por lo que un segundo SUV enfocado en el off-road tendría sentido. Además, podría aprovechar la misma plataforma, por lo que también se fabricaría en la planta de St Athan, Gales.
En segundo lugar, la colaboración existente con Mercedes-Benz, puesto que el motor V8 de 4.0 litros con 542 hp y 700 Nm de torque que animan el DB11 y el Vantage lo desarrolla Mercedes-AMG, por lo que el “Proyecto Rambo” podría emplear la misma mecánica, que cabe destacar, es lo más probable que utilice la versión AMG del Clase G.
De concretarse el Proyecto Rambo, para preservar la exclusividad se especula una producción limitada a 2.500 unidades.
