El Nissan Juke prácticamente inauguró el auge del segmento de los SUV compactos a nivel global, pues cuando se presentó (hacia 2010) eran una minoría, pero hoy son los que más dinero llevan a las arcas de varias marcas. En Colombia, el Juke también fue uno de los primeros en atacar ese mercado y a pesar de su diseño disruptivo logró defenderse por algunos años; sin embargo, con el paso del tiempo, su original diseño y la llegada de modelos más convencionales mermaron su éxito, al punto de cancelar la llegada de su siguiente generación por estas latitudes, algo que obviamente no ocurrió en Europa, donde se vende sin problemas.
A un par de años de conocer a la segunda iteración del Nissan Juke, también llega el turno de ver cómo evoluciona este modelo en su segunda mitad de ciclo. En este caso mantiene el diseño disruptivo, pero considerablemente más proporcionado.
Además, se estrena con una edición especial llamada Ikon, que trae de regreso a la segunda generación la carrocería en color amarillo, pero ahora solo contrastada en negro. Esta variante estará limitada en unidades y supone el nivel más alto de equipamiento que pueda llevar la actualización.
Como es costumbre en estos modelos, solo hay un ligero retoque en la máscara y los rines, mientras que en el interior hay algunos detalles nuevos y mayor nivel de equipamiento. Por un lado tenemos la introducción de una nueva pantalla táctil de 12,3” para el sistema de infoentretenimiento, con nueva interfaz visual y mejoras para añadir widgets y varias otras funciones, además de conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto.
Otra mejora es el software de reconocimiento de comandos de voz para recibir solicitudes en forma más natural. Al menos en los mercados donde sigue activo, añaden el GPS de forma nativa con alerta de radares de tráfico, así cómo la posibilidad de reproducir contenidos multimedia en la pantalla central.
De igual forma, el cuadro de instrumentos digital, ahora está disponible en las versiones intermedias en adelante y no se reserva solo para las unidades tope de gama. A toda la gama también llega el aviso de abandono de carril.
Bajo el capó sólo se ofrece con un tren de potencia híbrido, que puede alcanzar los 143 hp o una versión a gasolina con motor de 117 equinos.
Con su diseño y equipamiento actualizados, podría ser un perfecto rival para modelos como el Opel Mokka o el Mazda CX-3, así como una alternativa más asequible al Toyota C-HR. Por precio, infortunadamente es más conveniente la Qashqai y si a ello se suma su costosa importación (se fabrica en Inglaterra), no se vendería tanto como a Nissan le gustaría.
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