En días pasados, Joe Biden expresó verbalmente su apoyo a los integrates del Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz, Aeronaútica y Agrícola de Estados Unidos (UAW) en su lucha por obtener mejoras salariales y otras prestaciones de Ford, General Motors y Stellantis.
Es por ello que el presidente de EE. UU. viajó a Detroit, para reunirse con estos trabajadores y apoyarlos en una lucha que él califica de justa; argumenta que no es posible que las tres grandes de Detroit obtengan ganancias récord y no las repartan con toda la planta laboral.
A Biden lo recibió en el aeropuerto de Detroit el presidente de la UAW, Shawn Fain, con quien conversó y luego se dirigieron hacia el Centro de Distribución de Partes de General Motors en Belleville, uno de los lugares que se integró a la huelga, lacual estalló el pasado 15 de septiembre en la noche, como parte de los esfuerzos de presión de la UAW, principalmente a GM y a Stellantis, fabricantes con los que las negociaciones no avanzan.
El presidente Biden es uno de los que más ha apoyado a la industria automotriz estadounidense.
Con megáfono en mano y portando una cachucha de la UAW, el mandatario afirmó: “Wall Street no construyó este país, fue la clase media la que lo hizo y los sindicatos construyeron a la clase media, eso es un hecho”.
También felicitó a los trabajadores por protagonizar un momento histórico en las luchas laborales, para posteriormente estrechar la mano de los manifestantes, conversar con ellos y tomarse algunas fotografías.
La visita de Biden, la primera que realiza un presidente en funciones a una huelga, finalizó pasada la 1:00 p.m., hora local, para regresar al aeropuerto de Detroit y tomar camino hacia California.