“Fenómeno del niño o niña”, “ola de calor”, “temporal”, llámenlo como quieran, bienvenidos a los estragos del cambio climático que, lamentablemente, comienzan a sentirse cada vez más, sobre todo en lugares dónde esto “no se notaba tanto”, Bogotá incluida, que cada vez tiene un clima más bipolar; por supuesto que nuestros vehículos también padecen estas alteraciones climáticas.
Las elevadas temperaturas, el sol intenso y la humedad son la peor pesadilla para tu auto: imagínate todo esto dentro de un entorno seco como lo es la jungla de asfalto. Sigue los siguientes tips y ayuda a tu auto para seguir “luchando” de la mejor manera, además, puedes ahorrar mucho dinero en reparaciones.
1.- Refrigeración y lubricación del motor
En periodos de calor extremo, vigila constantemente el nivel y estado del refrigerante, así como el radiador y las mangueras de enfriamiento. Si hace falta, rellena con agua o líquido refrigerante, pero si este se degradó por completo, es necesario realizar un cambio total.
Lo mismo aplica para el aceite. Una merma en su nivel puede generar fricción y sobrecalentamiento, lo que es letal para cualquier tipo de máquina. Si el nivel es muy bajo o muestra síntomas de degradación, es buen momento para reemplazarlo por completo.
2.- Carrocería
“La piel del auto” requiere de ceras, teflones o pulimentos especiales para proteger pintura y carrocería. Estos productos son fáciles de adquirir y los puedes aplicar en un fin de semana; si puedes pagar un servicio profesional, mejor. Para proteger la carrocería cotidianamente sigue estos tips:
- Busca parqueaderos con sombra
- Nunca laves el auto ni apliques ningún producto cuando el sol intenso cae directamente sobre la carrocería
- Lava o retira la “lluvia ácida” lo más pronto posible
- Usa paños especiales o de microfibra para su limpieza
- Si no hay sombra en casa, procúrale alguna carpa plegable; suena exagerado, pero créeme, le ayudas bastante.
3.- Chasis
Las temperaturas extremas son el peor enemigo del chasis y de todos los componentes que permanecen debajo del auto: bujes, empaques, soportes, metales, etc. Es necesario realizar un servicio de lubricación por lo menos dos veces al año, sobre todo si vives en zonas costeras o desérticas. En la ciudad no es menos dañino, así que hay que poner atención antes de comenzar a tener problemas de resequedad o plásticos rotos.
4.- Habitáculo
No por estar resguardada dentro del auto la cabina resulta indemne, aunque su cuidado es más sencillo. Instalar una lámina de seguridad en los vidrios (respetando las normas de tránsito al respecto) ayuda a filtrar los rayos UV.
- También puedes instalarla en el techo corredizo para ganar mayor protección solar.
- El parasol frontal nunca está de más, sobre todo si se trata de un auto que no goza de sombra. Es una buena manera de proteger tablero, volante y consola.
5.- Aire acondicionado
Con tanto calor, es una misión imposible transitar sin aire acondicionado, lo cual incrementa significativamente su desgaste general:
- Revisa o recarga el nivel de gas especial para el correcto enfriamiento
- Revisa o cambia los filtros de polen y polvo para el habitáculo
- Si no hay un buen funcionamiento será necesario visitar a un profesional que chequee sensores, termostato, alternador, compresor, controles y nivel de gas
Recuerda estar a atento a cualquier síntoma que presente tu auto, revísalo de inmediato, usa lentes para sol y no olvides aplicarte bloqueador solar antes de manejar. ¡Felices kilómetros!