El uso de maniquís para las pruebas de choque nació en la década del 70, cuando en General Motors crearon el Hybrid I, un dummy diseñado para representar al hombre promedio en altura, peso y proporciones. Era una época donde se consideraba que conducir era una actividad predominantemente masculina, algo que ha cambiado mucho en la actualidad.
Con el tiempo, cuando se necesitaron maniquís para representar a mujeres, niños y bebés, los ingenieros simplemente cambiaron el tamaño del maniquí masculino, en vez de crear modelos que sigan las formas y proporciones promedio de otros géneros y edades humanos.
Recién en 2011 se hizo la primera prueba de choque enfocada en la fisonomía femenina, pero su complexión representaba solo al 5% de las mujeres, al medir 1,50 metros y pesar 49 kilos, las dimensiones aproximadas de una niña de 12 años. Aún en el presente, sigue siendo la única forma de emular otro cuerpo.
Pero esto está por cambiar, puesto que según informa BBC News (ver video abajo), un equipo de investigación en Suecia finalmente creó un maniquí con proporciones más reales a la morfología femenina.
El nuevo maniquí mide 1,60 metros y pesa 62 kilos, que son medidas mucho más representativas para una corporalidad femenina promedio. Más allá de estas cifras, lo importante es que el pecho y las caderas del nuevo muñeco de pruebas representan mejor las formas de la mujer promedio, como también su biomecánica, que en términos generales posee menor masa y fuerza muscular respecto al cuerpo masculino promedio, pero que tiene mucha más flexibilidad.
¿Por qué es importante implementar maniquís femeninos en las pruebas de choque?
Según información de la Administración Nacional De Seguridad Del Tráfico En Las Carreteras (NHTSA) de EE. UU., las mujeres tienen 73 % más de probabilidades que los hombres de sufrir lesiones graves en un accidente automovilístico. Astrid Linder, ingeniera y directora de seguridad vial del Instituto Nacional de Investigación de Transporte y Carreteras de Suecia, fue quien dirigió el equipo de investigación detrás del nuevo maniquí. Ella señala que el aspecto de la rigidez es especialmente importante, porque las mujeres corren más riesgo de sufrir un latigazo cervical en choques de baja gravedad frente a los hombres.
Según sus investigaciones, se obtienen resultados muy diferentes en cada asiento, dependiendo de si es un hombre o una mujer quien lo ocupa. Además de eso, un maniquí adecuadamente proporcionado brinda mejores datos sobre el desempeño de los airbags en las mujeres y cómo funcionan los cinturones de seguridad en diferentes formas de cadera y con articulaciones más flexibles.
El desarrollo de este nuevo maniquí de pruebas se debe estudiar y regular por parte de los organismos de seguridad pertinentes para que sea un estándar en la industria. Su utilización en el mundo real dependerá de la voluntad política y empresarial.
Crean dummy femenino