A finales de agosto, General Motors Sudamérica anunció la llegada del colombiano Santiago Chamorro como nuevo presidente y director general, en reemplazo de Carlos Zarlenga, quien dejó el cargo que ocupaba desde 2019, tras permanecer varios años dentro de la compañía estadounidense.
La noticia ahora es que el exejecutivo de GM no se quedó de brazos cruzados y decidió formar parte de un proyecto enfocado en el desarrollo de vehículos híbridos con etanol. La apuesta a futuro se realiza a través de la firma Qell Latam, subsidiaria para la región del grupo estadounidense Qell Acquisition Corp.
Junto a los experimentados empresarios Barry Engle (exdirectivo de GM Internacional y CEO de Qell) y Fransisco Valim (expresidente de Nextel Brasil), Zarlenga representará en Sudamérica a Qell, con el fin de invertir entre 500 millones y tres mil millones de dólares en empresas integrantes de la industria automotriz que se enfoquen en el desarrollo de tecnologías utilizando etanol.
El conglomerado dio el primer paso al instalar en Brasil (país donde el etanol es muy popular), la primera oficina de Qell Latam. Ahora, la búsqueda se centra en las empresas a las que se les inyectará capital.
Las últimas apuestas por el etanol
En el último año fueron varias las novedades en la industria que estuvieron relacionadas con el etanol, combustible que es visto con buenos ojos gracias a sus cualidades anticontaminantes y que, en nuestra región, podría ser protagonista principal de la transición hacia la movilidad eléctrica.
A diferencia de Europa, donde se plantea un traspaso de modelos a combustión a eléctricos casi sin intermediarios, la falta de infraestructura y producción en la región hace que la llegada masiva de los modelos 100% a batería resulte difícil de realizar a corto plazo. Allí es donde surge la posibilidad del etanol, específicamente como un primer paso para dejar atrás a los combustibles fósiles.
Además de que marcas como Toyota, Hyundai y la alianza Renault-Nissan ya producen motores “Flex” en Brasil, en los últimos meses Volkswagen decidió construir en el país carioca un centro de desarrollo de etanol, con la mira puesta en buscar soluciones eficientes para combatir la contaminación en mercados emergentes.
Otra nación que decidió apostar por el etanol fue India. El gobierno del país asiático anunció que indagan acerca de la posibilidad de implementar el etanol en su mercado, para ir dejando atrás la movilidad impulsada por el petróleo.
Por último, desde hace varios años Nissan desarrolla el SOFC, un sistema de celdas de combustible de óxido solido que utiliza etanol para generar la energía que, por ejemplo, emplea un impulsor eléctrico. Como no podía ser de otra manera, el proyecto se lleva a cabo en Brasil.