Al igual que muchos otros países de Europa, Reino Unido prohibirá la venta de autos nuevos con motores a gasolina o diésel, esto con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes y así mejorar la calidad del aire.
De esta manera, a partir de 2030 -10 años antes de lo previsto originalmente-, el gobierno británico impedirá la comercialización de vehículos que no contengan un sistema eléctrico para su accionamiento.
Y es como parte del plan de Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, se permitirá la venta de automóviles híbridos plug-in, solo que hasta 2035.
De ahí en adelante, el gobierno británico únicamente permitirá la comercialización de vehículos 100 por ciento eléctricos.
Para lograr este plan, Reino Unido invertirá más de 370.000 millones de dólares en el desarrollo y promoción de la movilidad eléctrica, infraestructura de puntos de recarga y en fábricas de baterías.
Es importante mencionar que los automóviles existentes con motores de gasolina y diésel no estarán prohibidos y podrán operar con normalidad, y el estado alentará medidas para anunciar su reemplazo gradual por vehículos ecológicos.
Por su parte, el 73,6 por ciento de los vehículos nuevos vendidos en Reino Unido en 2020, están equipados con motores de gasolina y diésel, mientras que solo el 5.5 por ciento (aproximadamente 75.000 unidades) son modelos puramente eléctricos.