Al igual que Alemania, Noruega, Francia y Paises Bajos, Gran Bretaña, el segundo mercado de vehículos más grande de Europa, ha decido que prohibirá la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna.
Será a partir de 2035 cuando las leyes británicas impongan la ley a las marcas de autos que les imposibilitará vender cualquier automóvil que tenga que ser alimentado de gasolina o diésel, sin importar que este dotado de algún tipo de tecnología híbrida.
Si bien esta norma, que intentará reducir la contaminación atmosférica, ya estaba anunciada desde hace algunos meses, la novedad es que el gobierno británico impondrá esta legislación cinco años antes de estipulado, es decir se adelanta de 2040 a 2035.
Con esta ley por parte del gobierno de Gran Bretaña, se puede ver un avance más de la movilidad eléctrica que busca reducir la contaminación ambiental, al menos en términos de emisiones de CO2 en el ambiente. Además de que se busca reducir la dependencia hacia los combustibles provenientes del petróleo.