Great Wall estrena en el Salón de Beijing la Black Bullet, camioneta que se basa en su nueva generación de modelos P-Series, solo que es una visión exagerada de una camioneta off-road extrema y que, de alguna manera, nos parece que es la recreación de esos modelos de carrera que suele desarrollar Hot Wheels.
Si bien es un concepto que no tiene mucha viabilidad comercial futura, la nueva camioneta mediana de Great Wall luce mejoras exteriores e interiores y un paquete de acabados en negro para darle sentido a su nombre, aunque en este caso, con unos llamativos acentos en naranjo que mejoran la propuesta.
Los cambios en la pick-up parten con un parachoques delantero hecho a medida para mejorar sus ángulos de ataque, un nuevo capó con una toma de aire superior y un esnórquel aerodinámico junto al paral delantero del lado del conductor. Se añaden llantas para barro, una barra de luces LED en el techo, pasos de rueda ensanchados, winche trasero, ganchos de remolque, tubos de escape cromados y un largo etcétera.
La Black Bullet también cuenta con unas especies de barras superiores y algo parecido a una caja trasera con un diseño muy particular, que flota sobre el platón de carga.
Las modificaciones continúan en el interior, con tapizado en cuero acolchado en blanco y negro para los asientos, paneles de las puertas y el tablero, así como detalles en naranja. Una estética que, por cierto, resulta bastante folclórica.
Al ser un concepto estético nada se ha dicho de mecánica, pero la P-Series o Poer se ofrece con motor turbodiésel de 2 litros, con 163 caballos y 400 Nm, junto a una transmisión automatica ZF de ocho velocidades.