De acuerdo con versiones del Instituto de Políticas Estratégicas de Australia, recopiladas por los colegas del Detroit Bureau, se acusa a distintos fabricantes automotrices (y de otros rubros) de mantener prácticas laborales forzosas con ciertas minorías de la población china, actividad fomentada directamente por el gobierno de dicho país.
Específicamente, se habla de los Uyghur, comunidad musulmana, quienes, junto a otras minorías, han sido víctimas de una campaña de "ingeniería social". El gobierno chino estaría patrocinando estas iniciativas de relocalización e integración de dichos grupos, a partir de "campamentos educativos" en la zona de Xinjiang, desde donde estos trabajadores son transferidos en condiciones muy desfavorables a distintas fábricas, como mano de obra barata.
Se menciona que hay más de un millón de Uyghur en estos campos, quienes habrían sido sometidos a extrema vigilancia, obligados a participar en ritos y cultos contrarios a su religión, además de no contar con condiciones favorables para realizar una vida plena.
Por ser musulmanes, los Uyghur son considerados como terroristas en algunas instancias para el régimen chino, excusa que le ha servido al gobierno para no otorgarles independencia.
Según indica el estudio, más de 83 empresas internacionales y locales se estarían beneficiando de este programa. Entre los fabricantes relacionados con la industria automotriz se cuentan empresas como General Motors, SAIC, BMW, Bosch, BYD, Changan, Geely, GAC, Jaguar Land Rover, Mercedes-Benz y Volkswagen.
Algunas marcas ya han comenzado a dar declaraciones. General Motors, señaló en un reporte que "estamos comprometidos a desarrollar fuentes de bienes y servicios que sean sostenibles y responsables, a lo largo de nuestra cadena de distribución. GM tiene una política de cero tolerancia contra la explotación infantil y prohíbe los abusos a empleados y prácticas corruptas en nuestra base de distribución."
El año pasado, el canal DW entrevistó a Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen, quien declaró no conocer absolutamente nada de esos campos de concentración, considerando que tienen plantas en la región de Xinjiang con FAW y SAIC. Tras esa entrevista, la marca hizo algunas declaraciones, defendiendo sus plantas y sus procesos de fabricación. Esto ha detonado mayores investigaciones y ha levantado diversas declaraciones políticas en la Unión Europea.
Volkswagen CEO Diess 'not aware' of China's Uighur camps | DW News