Aunque el auge por los autos eléctricos es cada vez mayor, todavía queda mucho por hacer para que disminuya el precio y aumente la autonomía de los mismos. A la vez, es necesario romper con los mitos que existen sobre esta clase de vehículos, que dominarán el futuro de la industria automotriz mundial.
Autonomía
Uno de los mayores temores que existen sobre los autos eléctricos es la autonomía. Actualmente, si se requiere hacer recorridos largos por carretera esto ya no debe de ser preocupación, pues la mayoría de los vehículos eléctricos convencionales (EV) cubren entre 160 a 320 kilómetros con una sola carga e incluso hay algunos modelos con autonomías cercanas a los 500 kilómetros.
Carga
Otro enigma es la posibilidad de recarga. El primer punto a precisar es que las marcas que venden vehículos eléctricos en Colombia tienen convenio con los operadores del suministro eléctrico, de tal forma que se le garantiza al nuevo usuario disponer de un punto de carga donde lo desee; además es bueno saber que, tan solo en Bogotá, Enel-Codensa ha instalado 57 puntos de recarga pública y más de 350 en hogares y empresas.
Precio
Evidentemente, uno de los principales obstáculos para la compra de un auto eléctrico es el precio, que resulta un tanto elevado en comparación con un modelo a gasolina de las mismas características. Esta brecha se ha ido acortando, debido a que el número de opciones crece exponencialmente, además que el precio de las baterías de los autos tiende a bajar con el paso del tiempo. Lo que sí es un hecho es que, desde su concepción, el mantenimiento de un auto eléctrico es más económico, debido a que contiene menos piezas móviles.
Manejo
Uno de los mitos más frecuente en torno a los autos eléctricos es que no son emocionantes de conducir. Al estar acostumbrados al ruido del motor a gasolina se presume que no generan mayor placer al volante; sin embargo, la capacidad de aceleración no tiene punto de comparación frente a los autos a gasolina, debido a que el arranque es instantáneo.
Batería
A esta serie de mitos hay que sumar la preocupación que existe sobre lo que pasará con las baterías de los autos eléctricos una vez que concluya su ciclo de vida. Al igual que una batería de un vehículo a gasolina, las de un auto cero emisiones se pueden reciclar; por ejemplo, las celdas pueden emplearse para almacenar energía solar y eólica, o pueden descomponerse para reutilizar sus elementos más valiosos.
Seguridad
Finalmente, otro de los mitos de los autos eléctricos es la incertidumbre que generan en caso de un accidente. Al igual que los vehículos a gasolina, los vehículos eléctricos se someten a las mismas rigurosas pruebas de choque y cumplen con los mismos estándares de seguridad, que sus homólogos de combustión.