Desde que el último Mitsubishi Lancer Evolution X se dejó de producir en 2016, mucho se ha hablado sobre el posible regreso de uno de los deportivos japoneses más emblemáticos, que junto a su archirrival el Subaru WRX STi forjaron su fama a través de incontables victorias en el rallismo internacional. Ya nada es lo mismo desde su partida.
Pero esto podría cambiar en cualquier momento, y por fortuna, contrario a lo del Eclipse Cross, no estaríamos ante un nuevo SUV derivado de su plataforma, puesto que, según nuestros colegas de Autocar, es posible que pronto el Lancer Evo resucite de entre los muertos. En esencia, se trataría de una estrategia que busca enaltecer las raíces de la marca, algo comparable a lo que en su momento hizo Nissan con el GT-R R35, por lo que no resultaría raro que en el camino se dejara de lado el nombre Lancer.
Aprovechando la disposición de tecnologías de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el nuevo Evolution XI partiría de la base mecánica de la próxima generación del Megane RS, incluido el motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbocargado, acoplado a una caja automática de doble embrague. El toque Mitsubishi estaría en equipar un sistema de tracción a las cuatro ruedas S-AWC.
Además de estar construido sobre la plataforma CMF-C / D F4, el Evo XI también se pondría a tono con los tiempos modernos, pues contrario al e-Evolution Concept que sugería un crossover 100% eléctrico, en realidad adoptaría un sistema de hibridación ligera (Mild Hybrid) de 48V. Gracias a esto la potencia total sería de 341 hp y 44 kg-m de torque… ¡nada mal para un resucitado!
