Es cierto que cuando pensamos en vehículos de lujo, lo primero que se nos viene a la cabeza es un emblema alemán, dependiendo de los gustos de cada quien pudiera ser; Audi, BMW o Mercedes-Benz, pero la asociación mental inmediata es teutona, de eso no queda duda.
Hay sin embargo otras marcas que están en el mercado y que, aunque no cuenten con el mismo posicionamiento, cuentan con uno que otro producto capaz de competir de manera frontal con la triada alemana, me refiero a; Jaguar, Land Rover, Lexus y Volvo, por mencionar algunas.
El frente a frente de esta ocasión se da entre un establecido y muy bien posicionado jugador de la categoría de los SUVs de tres filas de asientos, una referencia no solo de su categoría, sino del mercado entero, me refiero al Audi Q7. Por su parte, el retador es un producto que causó revuelo desde que se presentó, cosechando infinidad de premios (entre ellos el North American Truck of The Year 2016), debido a su bien lograda ejecución, me refiero al Volvo XC90. Suecia vs Alemania.
Si bien es cierto, se trata de una categoría de muy bajo volumen, ambos son vehículos de representación, sofisticados, que brindan estatus y por supuesto una experiencia premium cabal y en toda la extensión de la palabra.
Los contrincantes
Además de ser SUVs de tres filas de asientos, hay algunas similitudes más entre Q7 y XC90, por principio de cuentas, ambos se encuentran en su segunda generación y los dos llegaron a nuestro mercado como modelo 2016; mientras que el Audi se renovó luego de que la primera entrega se vendiera por una década, el Volvo hizo lo propio luego de doce años. Es decir, se tomaron su tiempo, pero bien valió la pena.
El Audi Q7 emplea la plataforma de Grupo VW denominada MLB 2, misma que comparte con muchos otros ejemplares tanto de la misma firma de los cuatro aros, como de otras marcas del consorcio, tales como: Audi A8, Audi Q8, Porsche Cayenne y Bentley Bentayga por mencionar algunos.
Uno de los factores más relevantes de esta segunda iteración es sin duda la gran reducción de peso gracias al uso masivo del aluminio tanto en componentes del chasis como de la carrocería, y es que estamos hablando de nada menos que 350 kilos menos que su predecesor. Esto permitió a la marca recurrir a mecánicas más pequeñas para mejorar consumos y emisiones sin que ello representara un sacrificio en materia de desempeño.
El Volvo XC90 también se encuentra en su segunda generación y de la misma manera, recurre a una sofisticada plataforma modular denominada SPA que igualmente representó grandes beneficios en materia de reducción de peso, en gran medida también a la adopción del aluminio como material principal, incluso este exponente sueco es todavía más ligero que el Q7. Lo que también permitió que las motorizaciones elegidas fueran todavía más pequeñas y eficientes, en este punto la marca se fue al extremo de únicamente ofrecer mecánicas de L4 de 2.0 litros, una estrategia que inicialmente parecía arriesgada, para muchos, imprudente incluso, pero que como veremos más adelante, no supone ningún hándicap en absoluto.
En cuanto a medidas, las cosas están muy similares, la Audi es un poco más larga, mientras la Volvo lo es marginalmente más ancha. Por su parte, la distancia entre ejes es prácticamente idéntica.
Volvo XC90 |
Audi Q7 |
|
Largo |
4.95 m |
5.0 m |
Ancho |
2.0 m |
1.97 m |
Alto |
1.77 m |
1.74 m |
Dist. entre ejes |
2.98 m |
2.99 m |
Por lo que hace a la cuestión mecánica, la diferencia más notable es la presencia de un V6 en el caso de Audi y de un L4 en el Volvo, aunque ambos son sobrealimentados. Hay algunos caballos más en el Q7, aunque el XC90 es más ligero.
Volvo XC90 |
Audi Q7 |
|
Motor |
L4 2.0L Turbo |
V6 3.0L Turbo |
Potencia |
320 hp |
333 hp |
Torque |
295 lb-pie |
325 lb-pie |
Tracción |
AWD |
AWD |
Transmisión |
Aut. 8 vel |
Aut. 8 vel |
Peso |
2,105 kg |
2,025 kg |
Diseño
La apariencia es quizá la cuestión más subjetiva de un vehículo, es decir, en gustos no hay nada escrito y cada quien puede tener una elección diferente. Por un lado, el Audi Q7 tiene ese diseño robusto y de mucha presencia que define a todos los modelos de la marca, con muchas líneas de carácter bien definidas y esa gran parrilla trapezoidal que lleva el emblema de los cuatro aros.
Por su parte el Volvo XC90 tiene un diseño más discreto, con menos trazos, aunque más fluidos, lo que se traduce en una apariencia más dinámica. Adicionalmente, elementos como los estribos en aluminio o los inmensos rines de 21 pulgadas refuerzan esa apariencia deportiva que la marca pretende transmitir.
Para determinar cuál es la más atractiva de una manera completamente democrática y justa, recurrimos a una encuesta realizada en nuestros perfiles de redes sociales; Facebook, Twitter e Instagram, siendo el XC90, el que más votos obtuvo, con lo cual tenemos punto a favor del Volvo.
Interiores lujosos, modernos y bien logrados
El Audi Q7 presume de una cabina sobria, que transmite lujo y está muy bien lograda. Sobra decir que calidad de ensamble y materiales es de primer nivel, empezando por plásticos suaves al tacto o bien, los insertos de madera con una beta en un tono más oscuro parecen de inspiración náutica, así como botones y controles que se perciben muy bien logrados al manipularlos. La única queja es que hay aquí es el abuso de superficies en acabado negro piano, que como he comentado en muchas ocasiones, se ven bien, pero se rayan con facilidad.
En cuanto al equipamiento, no falta nada, destaca la pantalla central retráctil de 8.3 pulgadas que se controla mediante el MMI que además admite escritura, evidentemente el clúster de instrumentos digital de 12.3” está presente y es completamente configurable. Otros elementos interesantes son: el quemacocos panorámico, cargador por inducción y el aire acondicionado automático de cuatro zonas.
Por su parte, el Volvo XC90 tiene un estilo muy diferente al que nos tienen acostumbrados los alemanes, si bien, la percepción es inmejorable también, hay pocos botones y elementos, con lo cual tenemos un interior sobrio, muy cálido y que aun con ese minimalismo característico de los suecos, en ningún momento se percibe austero.
La calidad de materiales y ensamble también es extraordinaria, los insertos de madera, plásticos, decoraciones y controles son armónicos y están brillantemente bien ejecutados, mención aparte merecen los asientos cuyo forro de cuero se percibe superior al del Q7 y cuyo diseño no solo es bonito, sino que además son sumamente confortables. En materia de equipamiento tampoco falta nada, la pantalla central táctil en formato vertical es de 9”, si bien, la facilidad de uso no es precisamente su fuerte, basta con operarla unas cuantas veces para habituarse a la interfaz. En términos generales se parece mucho a una tablet con sistema operativo Android.
El clúster de instrumentos también es digital de 12.3”, cuenta con quemacocos panorámico, climatizador automático bizona y head up display.
Entonces, hablando de equipamiento, experiencia a bordo, materiales y prestaciones para los ocupantes frontales podemos decir que es un empate.
Segunda fila de asientos
Pasando a la segunda fila de asientos y con tres ocupantes adultos abordo, nos encontramos que en ambos casos la banca se puede recorrer, al llevarla en la posición más hacia atrás posible, el espacio para las piernas es digno de una limusina, enorme en ambos casos.
Tanto Q7 como XC90 ofrecen climatizador de dos zonas para la parte posterior con salidas de aire, y revisteros, aunque la Volvo le gana la mano en cuanto a prestaciones, ya que cuenta con cortinillas para las ventanas, así como una clavija de 110 volts.
Sin embargo, en el aspecto más importante que es la comodidad, el Q7 presenta mejor espacio para hombros, con lo cual, tres adultos viajan mejor atrás. Entonces en este apartado el punto a favor del Audi Q7.
¿Son realmente para siete pasajeros?
Si fuera necesario habilitar la tercera fila de asientos para pasajeros adultos, es indispensable recorrer la segunda fila, colocándola hasta adelante, en esa posición todavía queda espacio para piernas suficiente para adultos de talla media en la segunda fila.
Ahora bien, el acceso a la tercera banca es sustancialmente más fácil en el XC90, basta con jalar una palanca ubicada en la parte más alta del respaldo del asiento y se puede recorrer, mientras que en el Q7 es un proceso de dos pasos, se abate el respaldo y luego la banca se levanta hacia adelante.
Ya en la tercera fila del Q7, el espacio es mejor de lo que esperaba, es posible meter los pies debajo de la segunda fila y aunque las piernas quedan más arriba de lo ideal, se puede viajar bien. Sin embargo, en el XC90 las butacas de la tercera banca quedan bien separadas, hay menor sensación de encierro, la posición es más cómoda y hay más espacio para las piernas. Entonces y para mi sorpresa, el Volvo resultó más cómodo en la tercera fila de asientos, punto a favor del XC90.
Manejo
El Audi Q7 es referencia del mercado en materia de calidad de marcha y refinamiento, de eso no queda duda. El V6 siempre tiene potencia de sobra (nunca se extraña el 8 cilindros) y la comunicación con la caja de 8 velocidades es impecable. El manejo es confortable, relajado y esa sensación de sofisticación y lujo que cabe esperar de un SUV de esta categoría y precio se transmite exitosamente.
Al cambiar a modo Dynamic la cosa cambia y aun cuando se trata de un vehículo de dos toneladas, el Q7 es ágil y muy rápido, aquí la dirección es ligeramente más pesada y directa, el pedal responde a la primera provocación y la transmisión efectúa los cambios a mucho mayor régimen de giro. Va muy bien plantado, como en rieles, como si fuera un tren de gran lujo.
Si el hecho de tener un motor 4 cilindros con apenas 2.0 litros de desplazamiento te hace pensar que el XC90 está en desventaja, déjame decirte que te equivocas, gracias a la presencia de un sofisticado arreglo de supercargador y turbocargador, este pequeño motor es capaz de entregar toda la potencia necesaria sin importar de que régimen de giro se trate. Dicho de otro modo, siempre hay par disponible, el turbolag es inexistente y la capacidad de respuesta es contundente, tanto que resulta muy difícil de creer que sea un motor de dos litros moviendo una masa de poco más de dos mil kilos.
La transmisión de 8 velocidades también trabaja de manera impecable, las transiciones son muy suaves, prácticamente imperceptibles, pero a la vez muy rápidas y siempre encuentra la relación adecuada para extraer de la mejor manera el poder del motor.
Si bien es cierto, el XC90 es menos potente, también lo es que es más ligero, con lo cual esa situación se compensa prácticamente por completo, en cifras oficiales, la aceleración de 0 – 100 km/h es virtualmente idéntica. Mientras el Audi lo hace en 6.3 segundos, el Volvo hace lo propio en 6.5 segundos. Si estuviéramos hablando de súper deportivos, dos décimas sería una eternidad, pero tratándose de SUVs familiares de tres filas de asientos, no es una diferencia realmente significativa.
En cuanto a refinamiento, calidad de marcha y aplomo en altas velocidades, el Volvo XC90 se comporta de forma inmejorable y no tiene nada que envidiar al Q7. Si bien, ya esperaba la calidad de marcha del Audi, me sorprendió la aparente facilidad con la que Volvo logró que su XC90 esté al mismo nivel en ese aspecto, sorprendente en verdad.
Entonces, en cuanto a manejo no logro encontrar diferencias significativas que me permitan decantarme por uno u otro, tanto Audi Q7 como Volvo XC90 son impecables en ese terreno, con lo cual tengo que decir que tenemos un empate.
Conclusión
Haciendo un resumen; en las encuestas que hicimos en nuestros perfiles en redes sociales para determinar cual tiene el diseño más atractivo, tu votaste y el elegido fue el XC90, punto para Volvo.
En el interior, ambas cabinas son impecables y el nivel de equipamiento es elevadísimo. El cuero del Volvo se percibe ligeramente mejor, mientras que el Audi tiene algunos controles y botones que son superiores, con lo cual en este apartado tenemos empate.
En la segunda fila de asientos, tenemos excelente espacio, ambas bancas se pueden recorrer y acomodan a tres adultos sin problemas, sin embargo, el Q7ofrece ligeramente mejor espacio para hombros, con lo cual tenemos punto para el Audi.
La tercera fila es ligeramente más espaciosa y bastante más cómoda en el XC90, con lo cual tenemos punto para Volvo.
En términos de dinámica de conducción y refinamiento, prácticamente no hay diferencia, ambos productos son soberbios, con lo cual tenemos un empate.
He de confesar que pensaba que el exponente sueco daría buena pelea, pero se quedaría en la orilla y sería derrotado por el alemán. Pero no fue así, al final fue una batalla tremendamente cerrada, y definir al ganador fue muy complicado, pero contrario a mis pronósticos el ganador es el Volvo XC90 que logró 4 puntos en comparación con el Audi que obtuvo 3.
Frente a frente: Volvo XC90 vs Audi Q7