Cuando escuchamos hablar de los vehículos presidenciales, se nos vienen a la mente, marcas como Mercedes-Benz, Audi, Rolls Royce o Bentley, así como ciertos modelos únicos, creados específicamente para este propósito como la Bestia de Donald Trump o el Aurus Senat de Vladímir Putin.
Sin duda, todos ellos, son vehículos ostentosos, costosos y sumamente elegantes, los cuales contrastan fuertemente con el Volkswagen Jetta Clásico en el que traslada el presidente de México Andrés Manuel López Obrador. Y es que, si hacemos un recuento, aunque la firma alemana contó en el pasado con el majestuoso Phaeton, en realidad, no es una marca, que figure entre los gustos de los primeros mandatarios alrededor del mundo.
Pero el mandatario mexicano, está lejos de ser el único presidente que prefiera trasladarse en un “automóvil del pueblo” (significado de Volkswagen), ya que hay algunos líderes que les gusta esta marca, más que las tradicionales firmas de lujo. Después de todo, es bastante querida tanto por sus clásicos enfriados por aire, como por sus autos más modernos.
Es así, que presentamos algunos jefes de Estado que tienen (o tuvieron) un Volkswagen como un auto presidencial.
-José Mujica (Uruguay)
José “Pepe” Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, periodo en el que fue conocido como el “presidente más humilde del mundo”. Con esto en mente, no resulta raro, que haya rechazado trasladarse en opulentos sedanes, prefiriendo, siempre, la compañía de su inseparable “pepe móvil”, un Volkswagen Sedán 1987 color azul al cual ha jurado, “nunca venderlo, ya que fue un regalo que le hicieron unos compañeros. Esto después, de que un jeque árabe le ofreció al líder uruguayo un millón de dólares por su “vochito” celeste. “Nunca podríamos venderlo, pues ofenderíamos a ese puñado de amigos”.
- Cristina Fernández de Kirchner (Argentina)
Que Volkswagen no sea una marca opulenta, no quiere decir que no sepa hacer autos elegantes y aspiracionales, teniendo en el Volkswagen Passat CC, un buen ejemplo y es que este auto, que fue la propuesta de la marca en el segmento de los “coupés de cuatro puertas” (2008-2017) fue el auto presidencial de Cristina Fernández de Kirchner entre 2007 y 2015. La unidad en cuestión era impulsada por un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros TSI con 200 hp y 210 lb-pie de torque, que se acoplaba a una transmisión automática Tiptronic de seis velocidades. Al parecer, la esposa de Néstor Kirchner, es fanática del Grupo VAG, ya que, durante su mandato, también utilizó un Audi A8 L y A6 para trasladarse.
-Juan Carlos I (España)
España es un país regido bajo una monarquía parlamentaria, por ello, aunque existe un presidente, es el rey de España, a quien se le considera el Jefe de Estado de la nación. Esto sirve para introducir a Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, mejor conocido como el rey Juan Carlos I (1975 a 2014, fue el periodo de su mandato), quien, entre otras cosas, fue conocido por su gran afición a los autos, teniendo una colección envidiable de hasta 70 vehículos, en las que destacaban modelos pertenecientes a Audi, Rolls Royce, Porsche, Mercedes-Benz e incluso un Maybach Côte d´Azur 57S, construido exclusivamente para él. No obstante, en su corazón guarda en lugar especial para los Volkswagen, ya que era habitual que su padre, Juan de Borbón, condujera un Sedán. Tal vez por ello, Entre todas estas joyas, se tomó el tiempo de disfrutar un Beetle azul, el cual solía conducir él mismo en sus días de descanso.
-Hugo Chávez (Venezuela)
Falleció en 2013 y cuando fue presidente, el auto oficial de su gobierno era un Cadillac Fleetwood, lo cual resultaba una cierta ironía, considerando su desprecio por el “imperio yanqui”. Pero cuando no estaba en asuntos gubernamentales, el venezolano usaba un Volkswagen Sedán rojo con rines deportivos, que le fue obsequiado por el General Isaías Baduel, entonces ministro de la defensa nacional. Incluso, este auto fue usado por el mandatario para ir a votar en las elecciones de 2006, donde resultaría reelecto.
-Mauricio Macri (Argentina)
Aunque Mauricio Macri es el sucesor y rival político de Cristina Fernández de Kirchner, tiene algo en común con su antecesora y es el gusto por los Volkswagen, ya que, para su periodo presidencial, desestimó usar el Cadillac V8 convertible de Perón, a favor de una Volkswagen Touareg Hybrid que combina un motor V6 a gasolina de 3.0 Litros con otro eléctrico para arrojar una potencia conjunta de 380 caballos de fuerza. La transmisión es Tiptronic de 8 velocidades y la tracción es 4X4. Con todo ello, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.5 segundos y lograr una velocidad máxima de 240 km/h. Como curiosidad, el presidente argentino, tuvo la oportunidad de elegir un Toyota Prius, pero al final eligió la SUV alemana.
-Papa Benedicto XVI (Vaticano)
Si tenemos que la Ciudad del Vaticano se rige por una monarquía absoluta y electiva, cuyo soberano es el papa, encontramos el motivo principal por el que, además de una figura eclesiástica, es tratado como un jefe de Estado. Si bien, el papa Francisco, ha destacado por su humildad, su antecesor, Benedicto XVI prefería otro estilo de vida, perfectamente ilustrado por su auto, que, aunque era un Volkswagen, no era un modelo cualquiera, sino en realidad se trataba de un majestuoso Phaeton. Nada más y nada menos que el buque insignia de la firma de Wolfsburg, cuya compleja producción, realizada en la afamada fábrica de cristal, hicieron que la compañía perdiera dinero por cada unidad fabricada. Esta limusina, capaz de enfrentar a autos como el Mercedes-Benz Clase S o BMW Serie 7, era impulsada por un motor W12 de 6.0 litros capaz de producir 450 caballos de fuerza.
-Andrés Manuel López Obrador (México)
Por último, llegamos al presidente mexicano, que en el pasado ya causó polémica por manejar un Nissan Tsuru. Ahora, ya como presidente, deja en el olvido a las emblemáticas Chevrolet Suburban para convertir a su Jetta Clásico en un automóvil presidencial. Cuando la cuarta generación apareció en 1999, rápidamente se convirtió en un éxito que le permitió alargar su vida comercial hasta 2015. Si bien, al inicio era un auto aspiracional, con el tiempo fue perdiendo ese toque de glamour, pero seguía en el gusto del público que lo consideraba un automóvil bastante sólido y gran culpa de ello, residía en el incombustible motor de cuatro cilindros de 2.0 Litros con 115 caballos. Aunque en su momento, podía elegirse con una transmisión automática de seis velocidades, el mandatario mexicano se decantó por la versión GL Team con caja manual. “Es muy bueno, cómodo y rendidor, nunca falla”, son las palabras de AMLO al referirse a su sedán blanco.
Tras este conteo, queda claro que, a lo largo de su historia, Volkswagen también ha conquistado a muchos dirigentes mundiales ¿Qué le parece?