Por lo general, siempre causa curiosidad que vehículo transporta a un presidente, y en el caso de Donald Trump, mandatario de los estadounidenses, el morbo se apoderó de propios y extraños.
Sin embargo, Trump, para lo que se pensaba, se “apegó a los protocolos” de su antecesor Barack Obama. Cadillac One – nombre oficial de este tanque-limusina, tiene una carrocería hecha con una combinación de aluminio, titanio, acero y cerámica, es muy parecida a la del Cadillac CT6 V-Sport. Bajo el capó, esta limusina cuenta con un motor 6.5L, 8 cilindros, diésel y pesa alrededor de 7 toneladas.
A pedido del Servicio Secreto de los Estados Unidos, este vehículo blindado – sus puertas tienen 20 cm de grosor es prácticamente impenetrable –resiste ataques bioquímicos, protección antiexplosiones y el tanque de combustible está recubierto con una espuma especial con el fin de evitar todo tipo de inconvenientes.
Para repeler un ataque, el Cadillac One dispone de gas lacrimógeno y armas de múltiples calibres. Como no podía ser de otra forma, las llantas de esta limusina pueden seguir rodando a pesar de que estas exploten.
Y en caso de emergencia, este vehículo porta tanques de oxígeno, bolsas de sangre – si se necesita una transfusión- y un botón de pánico.
Con The Beast II o Cadillac One, como quiera llamarlo, Donald Trump le pone un listón muy alto a su homólogo Vladimir Putin, quien no tardará en responder con una bestia al estilo ruso.