La policía de la ciudad de Milán reveló una nueva patrulla que no es nada más ni nada menos que un Ferrari 458 Spider, que será utilizado para proyectos educativos y legales. La historia detrás de este patrullero tan vistoso es bastante interesante y aleccionadora. En el año 2015, las fuerzas de seguridad confiscaron este 458 que le pertenecía a una organización delictiva.
Con toda la historia que tiene Italia con el crimen organizado, las leyes preveen la posibilidad de que el estado, a través de sus instituciones, realice lo que se llama decomisación de los bienes. Esto es simple y llanamente apropiarse del dinero y los bienes materiales de los mafiosos en favor del estado. De esta manera, la Ferrari pasó a formar parte del erario público.
Una compañía local llamada Carrozzeria Marazzi Caronno Pertusella se ofreció a modificar de manera gratuita el coche y así dejarlo en perfectas condiciones para poder equipar las usuales sirenas y los colores de verde, blanco y rojo de la bandera de Italia. Según las autoridades, la 458 Spider será usado en eventos especiales, particularmente con los más jóvenes, para mostrar que "el crimen no se sale con la suya", según informan desde la policía.
No es la primera vez que la policía italiana soprende con sus autos deportivos. Viniendo del país donde nacieron Ferrari y Lamborghini, no resulta raro escuchar que hay patrulleros veloces y lujosos, como el caso que le contamos en Bolonia.