La superación llevó a William Liddiard a modificar su Toyota Echo y crear las únicas ruedas omnidireccionales que se pueden adaptar a cualquier tipo de vehículo (sin modificar su estructura), suelo y condiciones climáticas.
Aunque que ya existen en la industria robótica máquinas autónomas que tienen estas características (4-Vex y Mecanum), y se parecen mucho al prototipo ideado por Honda, William fue el que finalmente instauró una rueda especial que se conforma de dos unidades con la posibilidad de ser atornilladas a todo neumático y poder mover el auto en cualquier dirección.
Liddiar asegura que su invento tiene las mismas características de construcción que las ruedas comunes, pero ofrecen diez veces más fricción (manteniendo al mismo tiempo la velocidad) y pueden ser controladas con mayor rigor.
Si las viéramos de forma transversal, el neumático de caucho hace girar a dos rodillos de giro libre –adheridos al borde de la llanta- que a su vez viran sobre un rodillo de giro motorizado –también adherido al borde de la llanta. Cuando todos los neumáticos giran en la misma dirección el carro se mueve de lado a lado, cuando las llantas delanteras y traseras se mueven en direcciones opuestas el auto gira alrededor de su eje. Así, se pueden lograr maniobras como estacionar de forma horizontal a una velocidad asombrosa.
Si bien las ruedas Liddiard no cuentan con el prototipo de tecnología avanzada de las Eagle 360 desarrolladas por Goodyear, poseen cada una un motor eléctrico propio como las de Protean Electric y las del prototipo de moto experimental que utiliza esferas para poder moverse de forma omnidireccional.
El costo estimado por neumático es de 1.500 dólares, dependiendo del vehículo.
A continuación le mostramos el video para que pueda ver cómo funcionan.
Las ruedas omnidireccionales en acción