El próximo fin de semana se disputa en las colinas de Colorado, la edición 103 del Pikes Peak International Hill Climb, una de las grandes citas del automovilismo mundial, donde muchas marcas automotrices llevan vehículos oficiales para buscar ganar algunas de las categorías.
Ford es una de esas compañías y por tercer año consecutivo llegará a esta competencia en busca de la victoria general y de poder destronar a Volkswagen como el poseedor del récord en el ascenso de 20 kilómetros en el pico más alto de las Montañas Rocallosas.
Para ello, hace unos días presentó el Super Mustang Mach-E Electric Demonstrator, al que conocimos todavía con camuflaje de "mula" de desarrollo, pero que hoy ya luce su decoración final, con la que irá a retar los 7:57.148 minutos, que marcó el Volkswagen ID.R en 2018, teniendo a Romain Dumas al volante de ese auto. Curiosamente, el francés también será el encargado de conducir el nuevo bólido de Ford Performance.
Lo único que queda del Mustang Mach-E en este prototipo de competencia es el diseño del frontal, porque, incluso en la parte trasera, parece tener más la silueta de un auto que de un SUV, con la idea de máximizar el efecto aerodinámico en la zona trasera: imagina un Mach-E, pero muy estirado.
Justamente hablando de aerodinámica, este (y todos los competidores de las categorías estelares) montan alerones sobredimensionados, pues la competencia arranca a 2.862 metros sobre el nivel del mar y finaliza a 4.302 msnm, por lo que la densidad de aire es mínima y se requiere de alerones muy grandes para poder obtener carga aerodinámica (downforce). El Super Mustang Mach-E logra 1.419 kilos de downforce a 241 km/h.
Ford confirmó que redujo 113 kilos a este auto, comparado con la Ford F-150 de 2024, y que lo equipó con un sistema de tres motores eléctricos, que en conjunto entregan más de 1.400 caballos de potencia, alimentados por un paquete de baterías de 50 kWh, unido a un sistema eléctrico “crudo” de 800 voltios.
