Esta semana Stellantis abrió un nuevo capítulo en su corta historia como grupo automotor al nombrar a un nuevo CEO (Antonio Filosa), noticia que ha generado interesantes medidas al interior del conglomerado, donde ya se habla de la resurrección de Chrysler y también de nuevos planes de negocio para Maserati y Alfa Romeo.
Las dos marcas de lujo italianas, lo más alto (junto con DS) en cuanto a desempeño y refinamiento, dirigidas por Santo Ficili, buscan recuperar el brillo del pasado, por lo que el directivo le confirmó a la agencia de noticias Reuters que ya trabajan en el plan de revitalización de ambas firmas.
“Tenemos varias ideas claras sobre lo que tenemos que hacer, espero que las tengamos listas pronto. Vamos a esperar a que Antonio (Filosa) tome posesión. Antonio ama la marca (Maserati) y estoy seguro de que haremos grandes cosas”, afirma Ficili.
Vale recordar que Antonio Filosa tiene más de 25 años trabajando en Stellantis (antes estuvo con Daimler-Chrysler, Chrysler y FCA) y, entre otros cargos globales, fue director de FCA en Argentina y también se encargó de Maserati y Alfa Romeo en Latinoamérica, así que conoce muy bien el ADN de ambas compañías.
Ficili confirmó también que los planes de Alfa Romeo se revisarán con prioridad, pues a pesar de los múltiples intentos realizados, el fabricante milanés, que está a días de celebrar su cumpleaños 115 (24 de junio), no ha logrado despegar, a pesar de nuevos productos y modelos electrificados.
La marca anunció que tendrá un lanzamiento mundial el próximo 10 de junio, que se especula será la nueva generación de Stelvio, su crossover deportivo más grande, que se lanzó a finales de 2016 para rivalizar con modelos como BMW X5 y Porsche Cayenne, pero que, pese a no ser un fracaso, no ha alcanzado la cuota de mercado esperada por la firma.
Además, tanto Maserati como Alfa Romeo enfrentan los problemas de los aranceles a las importaciones automotrices impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Para Maserati, el mercado más grande de Norteamérica representa el 30% de sus ventas; en el caso de Alfa Romeo, este porcentaje se reduce a la mitad en el plano global.
