
La Ford Explorer es uno de los SUV más emblemáticos de la marca estadounidense y es uno de los vehículos más reconocidos a nivel global desde que se presentó al mundo en 1991. Con el paso del tiempo, al igual que muchos de sus rivales, este modelo fue creciendo y evolucionó hasta llegar a su propuesta actual: una camioneta familiar de tres filas de asientos, en lugar del SUV deportivo que conocimos a principios de los noventa y que incluso tenía una variante de tres puertas.
Los tiempos cambian, pero no la preferencia por este modelo, en especial para quienes buscan la comodidad e imagen de los vehículos norteamericanos, frente a la oferta de las camionetas asiáticas o europeas.
En el más reciente facelift de la sexta generación vigente de la Ford Explorer, su gama se simplificó y el diseño general se modernizó en algunas áreas, para seguir siendo competitivo ante sus rivales, como Nissan Pathfinder, Chevrolet Traverse o Mazda CX-90, entre otros.
Acá se debe señalar que las versiones de entrada (Active y Platinum) de la Explorer las conocimos en enero pasado, cuando se presentaron formalmente en Colombia; sin embargo, el modelo tope de gama (ST) fue una de las grandes novedades de la marca del Óvalo Azul e inició la preventa local en el Salón del Automóvil de Bogotá 2024.
En esta oportunidad, nuestra invitada de turno es justo la Ford Explorer ST, la versión más capacitada y extrema de esta familia, que a su experiencia de manejo memorable y esa sensación típica de comodidad y amplitud que caracteriza a las camionetas norteamericanas, suma una dosis de poderío y refinamiento deportivo extra que la distingue y aleja de sus competidores.
Ford Explorer ST 2025: dimensiones y diseño
Explorer tiene una silueta de dos cuerpos muy definida y con elementos que celebran una condición muy propia de este modelo: está construido en una plataforma orientada a la tracción trasera. Es por eso que, contrario a otros modelos que lucen más aerodinámicos, el frontal parece ser más largo, mientras que el efecto que dan los pilares delanteros negros con los pilares C más gruesos (y el pilar D oscurecido, firma de diseño de la Explorer), le confieren un aspecto más dinámico, considerando los 5.047 milímetros de longitud.
Es preciso señalar que la Ford Explorer ST es una versión especialmente diseñada por el equipo de Ford Performance, división de vehículos de alto rendimiento y competición de la marca estadounidense. También se debe precisar que las letras ST que la designan corresponden a las iniciales de ‘Sport Technology’, algo que evidencia la fusión del carácter utilitario de la camioneta con una conducción deportiva, emocionante y ágil.
En cuanto a detalles, digamos que el frontal luce ahora más fresco e imponente, pero menos futurista, en el sentido de que las luces (adaptativas para esta versión) están menos integradas a la parrilla, que no es cromada ni satinada como en las versiones de entrada, sino que es negra y brillante, de tipo panal y con el logo ST como decoración; tales letras también son las que se proyectan como luz de cortesía cuando se aborda este SUV.
Las luces también se rediseñaron, al igual que los encastres de las luces antiniebla, que es donde se buscó dar una nota más deportiva. En la parte posterior, el diseño de las luces es mucho más futurista, al prolongarse hacia el centro de la compuerta del baúl, en conjunto con un listón negro donde se lee la palabra "Explorer". Por su parte, los escapes, cuádruples y cromados, resaltan en los extremos del parachoques negro que protege el área trasera.
El baúl no es el más grande (462 a 1.303 litros), como pasa en todos las camionetas de tres filas de asientos, pero aquí al menos se dispone de un doble fondo, separadores de carga y, lo mejor, botones para plegar los asientos de la tercera fila y así lograr un verdadero volumen de carga, completamente plano, para llevar de todo.
Ford Explorer 2025: habitáculo
El cambio al interior de la Explorer es radical con respecto a la generación anterior; digamos que antes, uno de los objetivos de la marca era elevar la percepción de calidad al dotarla con más cuero, detalles elegantes y símil de madera, entre otros. Ahora, esa percepción de refinamiento se ha modernizado hacia otros tipos de acabados y colores; por ejemplo, en la versión ST el cuero y un material sintético (ActiveX) en tonos oscuros y con costuras rojas de contraste son los protagonistas, aportando lo suyo para acentuar el tono deportivo. El complemento son acabados texturizados en símil metálico.
Otro detalle de calidad es el revestimiento de la superficie superior del tablero, con un textil tejido con los logos de Bang & Olufsen (el refinado sistema de audio cuenta con 14 parlantes, como en la versión Platinum), que luce como si fuera un gran barra de sonido.
Junto con la optimización de materiales y acabados al interior también pasó lo mismo con la ergonomía; por ello, la elevación de la consola central, con paredes estructuras más altas, ayuda a independizar las plazas delanteras y deja en una posición privilegiada a la perilla giratoria del control de cambios y el botón de los modos de manejo.
Al extremo de la consola queda semioculto un compartimento con tapa que alberga las tomas de corriente y los puertos de carga; justo encima se proyecta en voladizo una bandeja que también sirve de base para el cargador inalámbrico; esta disposición favorece el alcance y la manipulación de los objetos, así como de los controles del vehículo en todo momento.
Otro detalle es que la pantalla del sistema multimedia es mucho más grande (13,2") y cómoda de ver, cuenta con el sistema operativo Phoenix, además incluye los mandos de la climatización en la parte inferior y las salidas de aire ahora están por debajo del monitor central. También escaló el cuadro de instrumentos, que es 100% digital y se vale de un pantalla de 12,3"; además, se agradece la conectividad inalámbrica y la cámara 360° con vista dividida.
Con respecto a la interfaz, es muy minimalista en cuanto a su presentación gráfica; se puede decir que es un poco aburrida si se quiere, pero resulta funcional y lógica. Por supuesto que hay algunas funciones o comandos que sería bueno tener en un botón a la mano, pero no es difícil acceder a la configuración. En todo caso, se valora que en el extremo inferior del monitor central hay una barra inferior fija con accesos directos a funciones clave.
Al tratarse de la versión tope de gama, podemos encontrar detalles como volante en cuero con reglaje eléctrico, calefacción, logo ST y levas de cambio; asientos delanteros eléctricos, climatizados y con función de masaje (el del conductor con memoria); espejo retrovisor con atenuación automática y cortinillas parasol traseras entre lo principal, equipamiento que se suma al que incorpora de serie: luces ambientales, climatizador de tres zonas, botón de encendido, brújula, ventanas con tratamiento acústico, control crucero, apertura/cierre del baúl eléctrica con altura programable y acceso sin llave, entre otros.
Sobre la habitabilidad, las plazas de las dos primeras filas son muy espaciosas; las de la segunda fila se favorecen de salida independiente de aire y los asientos también tienen calefacción independiente. Los vidrios son tinturados y las cortinillas ayudan tanto a la discreción como a proteger a los ocupantes del sol.
El acceso a las filas posteriores es sencillo y basta con un solo botón para plegar el asiento que permite el ingreso; sin embargo, las plazas de la tercera fila, que tienen buen espacio, tienen dos aspectos a mejorar: resultan un tanto duras y su postura es muy baja. Con un cojín más mullido y unos 5-7 cm de altura extra, la postura sería menos incómoda para las rodillas de un adulto convencional y permitiría viajes más cómodas. Acá también hay puertos USB y espacios de carga.
Ford Explorer 2025: motor y seguridad
Las versiones Active y Platinum de la Explorer se animan con un motor 2,3 litros EcoBoost (turbo, cuatro cilindros) de 300 hp de potencia y 420 Nm de torque, asociado a una caja automática de 10 velocidades. El gran plus de la versión ST es que adopta un bloque más grande y capacitado que el de sus hermanas; también EcoBoost, pero en este caso es un V6 tres litros, que entrega 400 caballos y 542 Nm de torque. Poderío que incluso supera en 60 hp y en 42 Nm la oferta de una de sus grandes rivales: la Mazda CX-90, modelo que no solo tiene un motor más grande (3,3 litros), sino que además tiene una mecánica híbrida ligera.
Otra ventaja del tren motriz de la Explorer es que su transmisión automática de 10 velocidades cuenta con opción de control manual mediante levas de cambio en el volante, lo cual maximiza la sensación deportiva que aporta su mecánica. Es justo en este aspecto donde la Explorer se distingue frente a sus rivales, pues la experiencia de manejo que brinda es una mezcla perfecta entre deportividad y refinamiento; los 400 caballos están siempre atentos cuando se exigen y el rugido del motor parece retar a que el conductor pise cada vez más fuerte el acelerador. Atención, porque exigir esta mecánica tiene su costo en materia de consumo; en nuestra prueba logramos un registro promedio de 23,3 kilómetros por galón.
En la marcha, no parece que esta camioneta pese 2.159 kilos, pues la agilidad, brío y desempeño resultan más consecuentes con la dinámica de un modelo deportivo, como lo supone tener una relación peso/potencia de apenas 5,39 kilos por cada caballo. Al rodar a alta velocidad hay asistencias que aportan mucha confianza, como el estabilizador de viento lateral y el control de vaivén del remolque, incluso cuando se arrastran hasta 2,3 toneladas.
Obviamente, gracias a la intervención del equipo de Ford Performance, la suspensión de la Explorer ST tiene una orientación más deportiva, por lo que su gestión resulta un tanto seca y quizás los pasajeros perciban un grado menos de comodidad que a bordo de sus hermanas Active o Platinum, sobre todo al rodar en terreno escarpado; sin embargo, las bondades de esta puesta a punto le permiten a la ST tomar curvas rápidas con mayor precisión y seguridad o hacer maniobras de evasión como un verdadero atleta.
Con tanto poderío a disposición, el tema de seguridad está más que cubierto con todo tipo de sistemas activos y pasivos, incluidos siete airbags, frenos de alto desempeño con discos ventilados en todas las ruedas y mordazas deportivas de cuatro pistones, control de curvas, monitor de punto ciego con alerta de tráfico cruzado, frenado de tráfico cruzado, control crucero adaptativo, sistema de centrado en el carril, reconocimiento de señales de tránsito y asistente de intersección con predicción de trayectoria de vehículos, ciclistas y peatones, con freno de emergencia, entre muchos otros.
Si bien la Ford Explorer “normal” es un SUV imponente, reconocido y realmente agradable de conducir, la versión ST le añade una cuota de desempeño atlético que no desentona y eleva la experiencia de manejo. Ford es una fábrica de íconos y la Explorer ST, al apropiar el espíritu deportivo del Mustang, se convierte en un modelo aspiracional que muchos quisieran conducir y disfrutar.
