A finales de octubre de 2024, la Unión Europea aplicó aranceles para los vehículos eléctricos que llegan de China al Viejo Continente, por ello, BYD puso en acción un plan de construcción de plantas automotrices en Europa para evitar que sus autos sean gravados.
Por el momento, la marca de Shenzhen está construyendo dos complejos de manufactura en esa región, una en Hungría y otra en Turquía, pero al parecer no serán suficientes, por ello, la vicepresidenta de la compañía, Stella Li, anunció que planean tener una fábrica adicional, la cual podría confirmarse en un máximo de dos años.
El conglomerado oriental también tiene interés en adecuar una planta para producir baterías en Europa, siguiendo con ese plan de reducción de aranceles, que son esenciales para seguir manteniendo sus automóviles con precios muy competitivos en el mercado local.
La planta de Hungría debe iniciar operaciones a finales de este año, mientras que la de Turquía deberá tardar unos meses más. Según datos de la compañía, entre ambas factorías deberían tener una producción anual de 500.000 unidades.
BYD es la marca china que más vehículos comercializa en Europa, por ello es de suma importancia esquivar el tema de los impuestos adicionales y tener una mejor posición para pelear de frente con los fabricantes europeos, japoneses y con Tesla, por el liderato en las ventas de vehículos eléctricos en la región.
Hace unas semanas se informó que BYD está interesado en comprar una de las plantas que el Grupo Volkswagen tiene en Alemania y piensa cerrar, por lo que este movimiento podría ser otra buena opción para establecerse también en el mayor mercado automotor de Europa.
Además de las plantas en Hungría y Turquía, la compañía está construyendo complejos de manufactura en Indonesia y Brasil, que le ayudarán a abastecer distintos mercados como parte de su agresivo plan de expansión mundial.
