El fabricante de vehículos de lujo apoya la conservación de una especie endémica en el sureste de Inglaterra.
Aunque Rolls-Royce construye a mano cada vehículo en su planta de fabricación y sede en Goodwood, Inglaterra, no es lo único que produce en ese frondoso bosque.
De acuerdo con Andrew Ball, jefe de Relaciones Corporativas y Patrimonio de Rolls-Royce Motor Cars, “Los estudios indican que nuestro terreno de 42 acres (17 hectáreas) y el Goodwood Estate contiguo albergan algunos de los mamíferos, reptiles, aves, insectos y plantas más importantes de Gran Bretaña, los cuales estamos ayudando a conservar a través de nuestra asociación ambiental a largo plazo”.
Precisamente, la última iniciativa de esta marca de lujo consiste en medir y monitorear la población local del lirón pardo o avellano, una especie de roedor arbóreo que está en peligro de extinción, puesto que dormitan la mayor parte del día en los huecos de árboles maduros que, se explotan forestalmente. Con el fin de preservar dicho mamífero, los aprendices decidieron desarrollar y construir cajas-nido que atan cuidadosamente al tronco de los avellanos.
Los nidos diseñados por Rolls-Royce se construyen con madera de roble y tienen forma rectangular cerrada, pero en la parte superior sobresale un techo inclinado, cubierto por un forro de fieltro que evita que la humedad penetre al interior en los días lluviosos.
Esta madriguera artificial ofrece a los lirones suficiente espacio entre el tronco y el agujero de la entrada para que puedan entrar y salir con facilidad, pero es suficientemente estrecha para dificultar los ataques de depredadores como búhos, zorros o gatos.
Los lirones avellanos están protegidos en el Reino Unido por la Ley de Vida Silvestre y Campo de 1981; por ende, la instalación de estas cajas-nido de Rolls-Royce ayuda a la conservación de esta especie silvestre.
