El sueño de los tifosi se cumplió hoy miércoles, cuando Lewis Hamilton se enfundó en el histórico traje rojo de Ferrari y se montó en un SF-23 para dar sus primeras vueltas como piloto de la Scuderia, en la pista de Fiorano.
El lunes pasado, Hamilton y Ferrari atrajeron todas las miradas de la prensa con su presentación en la fábrica de Maranello y la foto oficial del siete veces Campeón del Mundo, frente a la casa que construyó Enzo Ferrari.
Pero hoy fue el día que los aficionados esperaban; si bien las condiciones climáticas no fueron las mejores (lluvia y neblina), las tribunas de la pista privada de la marca italiana se lucieron con mucha gente que vitoreó el paso del británico en el monoplaza de la temporada 2023.
Además, el inglés lució el casco que utilizará este año, que vuelve al color amarillo, pero ahora en tono Modena, un clásico de los autos deportivos de la marca.
Hamilton se une a una importante lista de multicampeones que corrieron para Ferrari, incluyendo a Juan Manuel Fangio, Michael Schumacher, Niki Lauda, Alain Prost y Sebastian Vettel.
Ahora el trabajo de Hamilton será más serio, pues tiene que ponerse al día con el funcionamiento del equipo, pero lo más importante será su trabajo de adaptación al nuevo monoplaza de la escudería roja, un auto que no conoce en lo más mínimo y que, como todos los F1, esconde secretos importantes.
Lewis Hamilton volverá a subirse a un monoplaza del equipo en los test de pretemporada a finales de febrero. Aunque tal vez lo veamos antes, de regreso en Fiorano, para el día de la grabación oficial del equipo.
