Algo “chévere” de ser piloto de Fórmula 1 es el acceso que se puede tener a prácticamente cualquier modelo de auto o vehículo en general, bien sea por patrocinio o gusto personal. En todo caso, sabemos que eso, como dijo el tío Ben a Peter Parker (Spiderman): “requiere una gran responsabilidad.”
Nos da gusto que, en este caso, el joven piloto de Ferrari mostrara eso y un poco de humildad. Es que, como todos sabemos, Charles Leclerc reside en Mónaco, por lo que constantemente debe desplazarse en parte del circuito callejero que conoce muy bien; sin embargo, otra cosa es lidiar con el tráfico citadino. Aquí el video:
Lamentablemente, el monegasco tuvo un “mal cálculo” en una de las curvas y mientras maniobraba su Ferrari Purosangue, alcanzó a rozar superficialmente al SUV que iba delante de él. Los daños no fueron de importancia; el hecho fue totalmente infortunito y sin intención, así que seguramente ambos involucrados llegaron a un acuerdo, aunque es probable que el Purosangue necesite un ligero tratamiento, porque cualquier "rasguño" a un Ferrari supone un gasto considerable.
Por cierto, este Ferrari Purosangue tiene como compañeros de garaje a un 812 Competizione A, un 275 GTB Serie 1, un Daytona SP3 negro mate y un 488 Pista Spider negro mate; todos a disposición del piloto de 26 años.