La baja demanda de los vehículos electricos es algo que tiene con los pelos de punta a todos fabricantes, siendo aún más marcada esa tendencia en los vehículos de lujo; esto es algo que preocupa particularmente a Mercedes-Benz.
Las ventas del EQS y el EQE no han cumplido con las expectativas que la marca tenía. De hecho, no se han cumplido en ningún mercado donde estos modelos están presentes, por lo que han debido tomar la dificil decisión de paralizar el desarrollo y la investigación de su nueva plataforma dedicada a vehículos eléctricos de batería (BEV) y gran formato, denominada MB.EA-Large. Dicha estructura estaba destinada a modelos de alta gama, como la Clase S y los eléctricos de la Clase E.
La compañía alemana optará por seguir perfeccionando y desarrollando su actual plataforma, denominada EVA2, que es donde se montan los actuales EQS y EQE y seguirá siendo así, más que nada por temas de costos y para mantener un precio competitivo para los clientes que gusten de este tipo de vehículos.
Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, anunció en un comunicado (en febrero pasado) que era muy probable que la compañía no lograra su objetivo de migrar completamente hacia la electromovilidad en el 2030. El interés de los actuales clientes de la marca por los autos eléctricos está muy por debajo de las expectativas, lo que representa un gran revés para los proyectos de la marca alemana, puesto que la nueva plataforma MB.EA-Large se presentó con la promesa de mejorar y hacer más rentables los modelos eléctricos, lo cual quedará congelado por un buen tiempo.
Para lograr contrarrestar esta medida, la marca optará por una nueva estrategia para hacer que los precios de sus autos más lujosos sean atractivos. Los medios alemanes afirman que la baja demanda es un problema generalizado y que afecta a todos los fabricantes a nivel global. Los hechos muestran que la cuota de mercado que Mercedes pierde se redirecciona a nuevos proveedores en el creciente mercado de vehículos eléctricos.
En Europa, la venta de vehículos a combustión interna continúa a la baja, algo que le impide a los fabricantes producir mejores vehículos eléctricos y crecer en este segmento, sobretodo frente a la creciente oferta de vehículos que desembarcan a un ritmo acelerado, principalmente de China, con cada vez más marcas y modelos que buscan hacerse un lugar en distintos países, ofreciendo muchas veces la misma o incluso mayor potencia y equipamiento, a precios significativamente más bajos.