Considerando lo predecibles que suelen ser las carreras de Fórmula Uno en estos últimos años de dominio de Red Bull (y antes de Mercedes), los pit stops o paradas obligatorias en boxes son de los pocos elementos que aportan algo de emoción, puesto que una buena estrategia puede modificar los resultados.
Si bien el Campeonato de Fórmula E es mucho menos predecible que la F1, con desarrollos de carreras emocionantes y luchas vibrantes por el triunfo (casi siempre), la categoría incorporará desde este año las detenciones obligatorias en pits, pero no para cambiar llantas, sino para recargar la batería.
La comunicación oficial del campeonato y de las marcas es que este nuevo elemento poco tiene que ver con generar más emoción a las carreras, aunque seguramente se traducirá en eso. Más bien se trata, como dice María de Juana, directora de comunicaciones de la escudería Nissan, de una regla coherente con el propósito final de la Fórmula E desde sus inicios, "que es liderar la transformación hacia la electromovilidad con desarrollos significativos en esta materia".
Retrocedamos una década, cuando en 2014 nació la Fórmula E con la intención de demostrar que existía la tecnología suficiente como para realizar una competencia con autos eléctricos. Los monoplazas Gen1 iniciales ofrecían 200 kW de potencia (270 hp), capacidad de recarga de 150 kW (se podría regenerar apenas el 15% de lo usado) y tenían una batería que era insuficiente como para acabar la carrera, lo que obligaba a los pilotos a cambiar de auto en la mitad de la prueba.
Los Gen2 que aparecieron para la quinta temporada (2018) querían demostrar los avances en tecnología de baterías, al permitir correr una prueba completa sin necesidad de recarga. Aquellos autos ofrecían 250 kW de potencia (335 hp), 250 kW de capacidad de recarga (regenerando el 25% de la energía) y se podía correr más de 45 minutos (y dos vueltas), que es lo que duraba una carrera.
Finalmente, los Gen3 llegaron en el 2022 con otro enfoque: regeneración. Así, estos monoplazas de 350 kW de potencia (470 hp) cuentan con una batería que apenas permite correr el 60% de una carrera, pero son capaces de recuperar el otro 40% de la energía, gracias a un sistema de doble motor/generador de 600 kW de capacidad.
La evolución para este año es sumar las recargas superrápidas. Para ser precisos, se debe decir que el estrés de la autonomía y las limitaciones de los tiempos de recarga siguen siendo las mayores preocupaciones de los usuarios a la hora de moverse hacia la electrificación. Precisamente, la Fórmula E quiere mostrar que esta tecnología de regeneración está o estará disponible para todos.
¿Cómo serán los pit stops?
A partir de la doble fecha en Italia (aunque eso debe corroborarlo la FIA) comenzará a aplicarse la obligatoriedad de la detención en pits a recargar energía. Durante las pasadas prácticas en México los equipos pudieron entrenar y mostrar a los medios cómo procederá el sistema.
El proceso que se denomina ‘Fast Charge’ o ‘Attack Charge’ será obligatorio para todos y se deberá efectuar cuando la carga de la batería esté en un determinado umbral que determinan los comisarios. Los autos entrarán a boxes y, una vez detenido y con las cuatro llantas en el suelo, dos operarios procederán a enchufar el cargador superrápido por la parte posterior.
Gracias al sistema de recarga del Gen3, de enormes 600 kW de potencia, bastarán 30 segundos para suministrar 4 kWh de energía (si lo llevamos a un auto de calle, podría recargar una batería de 80 kW en 10 minutos). Este proceso desbloqueará un nuevo Attack Mode, el cual podrá utilizarse cuando el piloto lo decida.
Este sólo hecho cambiará la táctica de cómo afrontar una carrera. Lo que indica la organización es que la energía extra que se introduce en la batería permitirá que los monoplazas puedan ir a pleno ritmo hasta el final de la carrera y no como ahora, que la gestión obliga a muchos a tener que bajar el ritmo para poder llegar a la meta.
Hablemos del cargador móvil producido por ABB, patrocinador oficial de la Fórmula E, que se presenta en una estructura compacta, de diseño ergonómico y fácilmente transportable, pero además es confiable y seguro, dos atributos fundamentales si se considera lo que significa recibir una descarga de energía así.
Tiene una potencia máxima de 160 kW, con posibilidad de cargar dos monoplazas a la vez, lo que permite ofrecer a cada uno 80 kW de potencia. Esto también se traduce en un ahorro en costos, puesto que basta un solo cargador para cada equipo.
Habrá que esperar hasta abril para ver en Misano (Italia) el debut de las recargas en la Fórmula E.
Así es el cargador portátil de ABB para la Fórmula E