Comenzaré esta nota citando las palabras de un colega, que alguna vez escribió sobre este modelo: “Si el diablo tuviera auto, sin duda sería un Dodge Viper”.
No se trata de catalogarlo como algo malévolo; en realidad, es por todo lo que transmite el modelo sensorialmente hablando, al momento de manejarlo. Quizás el Dodge Viper fue uno de los autos más “puros” que la marca creó y que, lamentablemente, hoy es un recuerdo del que solo quedan algunos vestigios en todo el mundo.
Estados Unidos es el lugar indicado para encontrar casi cualquier modelo, pero hablando de la “escuela americana”, la cosa es muy seria, sobre todo cuando se trata de construir autos para carreras Drag, sean legales o ilegales. Aquí es donde entra en escena la gente de Calvo Motorsports, un taller de preparación especializado en personalizar Vipers al gusto del cliente.
Recientemente, estos laboriosos "mecánicos" de Austin, Texas (EE. UU.) agregaron un par de turbos gemelos Garret de 88 mm al V10 de un Viper y aunque no revelan la serie de modificaciones extra que obligatoriamente se requieren para lograr potencias descomunales, sí dejaron evidencia de la potencia arrojada en el dinamómetro de Goobers Garage y aquí está la prueba:
3.317,8 hp de potencia con descomunales 2.307 Lb-pies (3.126 Nm) de torque a las ruedas fue la lectura que arrojó el dinamómetro de este Viper. Eso es más que si sumáramos la potencia de ¡cinco McLaren 720S o cuatro Ferrari SF90 Stradele!
De los tiempos marcados en el cuarto de milla ni qué decir, pues se sabe que otros Dodge Viper preparados para "piques" con la misma receta biturbo "despedazan" los "cronos" de los 405 metros, al registrar 6,6 segundos a una velocidad de 350 km/h.
Aquí el video:
Dodge Viper de 3,000 hp enloquece el dinamómetro
