Al igual que muchos otros fabricantes de automóviles, Stellantis anunció que suspende sus operaciones en Rusia, como una medida de retaliación por la invasión a Ucrania.
Debido al aumento diario de sanciones a Rusia por parte de diversos países, así como las dificultades logísticas de operar, el consorcio automovilístico anunció la decisión de detener la producción y comercialización de sus productos en dicho país.
Ante esta decisión, Stellantis cesa el ensamble de vehículos en la planta de Kaluga, ciudad situada al oeste de Rusia, para garantizar el pleno cumplimiento de todas las sanciones que impone la comunidad internacional y proteger a sus empleados.
De igual forma, el grupo que se consolidó tras la fusión entre PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) reiteró su condena a la violencia y el compromiso de la compañía por apoyar todas las acciones capaces de restaurar la paz.
Con esta decisión, Stellantis se suma a otras compañías de sector automotor, como Bridgestone, Renault, Volkswagen Group, General Motors, Toyota, Volvo y Jaguar-Land Rover, entre otras, que también tomaron la decisión de suspender su actividad en Rusia, con motivo del conflicto con Ucrania y de las sanciones impuestas.